El Almería parte de cero en la séptima jornada de Liga. Un club con director deportivo y dos gestores en su área como Catalina y Fernández se bastarían para montar el organigrama de la entidad pero esta vez Alfonso dio todo el protagonismo a Sergi Barjuan y le ha salido caro.
Sergi hizo todo lo que entendía conveniente y ahora se busca un recambio con Rivera a los mandos y una plantilla con futbolistas afines al entrenador que se marchó y otros encantados de la vida porque al venir uno nuevo tendrán otras opciones.
Si el presidente pregona que el Almería es otra de sus empresas entenderá que no se puede poner en las manos del entrenador todo. Iba mejor con Francisco al que le dio una plantilla y lo puso a trabajar.
El entrenador que venga deberá ser como Francisco. Nada de dos jugadores por puesto. Nada de atender peticiones que no comparte el club. A trabajar con los hombres que decidan los miembros de la comisión deportiva y punto.
Si esto es una empresa hay que funcionar como tal porque una empresa no le da al encargado el poder y la gloria para que gestione a su antojo.
El que apruebe en el casting de entrenadores que tenga claro que tiene una COMISIÓN DEPORTIVA primero y un CONSEJO DE ADMINISTRACCIÓN despué que marcan el rumbo.
Alberto Benito no debe estar solo para fichar. Más poder al director deportivo.
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