Claros y oscuros ha debido de tener para Carrillo el duelo copero ante el Celta. Hubo notas positivas, que reivindican un mayor protagonismo por parte de algunos de los que participaron, y no tanto por parte de otros, que demostraron que están inmaduros para competir al máximo nivel en la situación en la que se encuentra el equipo.
Pozo marcó y brilló
Desde distintos foros se viene apostando por la presencia de Pozo en el once rojiblanco. Frente al Celta, el joven delantero no ha dejado pasar su oportunidad y mientras que tuvo fuerzas fue una auténtica pesadilla para la defensa contraria, y la luz que dio más frescura al ataque. Como es lógico, por no estar participando, en el tramo final del encuentro bajó su rendimiento. El gol, que visto como lo hizo parece fácil, no lo era, porque tuvo que superar al portero, que se le había echado encima, y porque definió con precisión matemática y con potencia teniendo poco ángulo y dos defensores que acudían como rayos a cubrir.
Eldin, que volvía tras su lesión, aportó calidad, frescura, ideas, llegadas y disparo. Precisamente, una de las notas más positivas del encuentro fue que en esta oportunidad los jugadores de segunda línea llegaron más y en mejores condiciones al área contraria, y que protagonizaron la casi totalidad de las acciones de peligro almeriense.
También reaparecían, después de haber sido inquilinos de la enfermería durante varias semanas, Sebastián Dubarbier y
Adri Castellano, lo que cual es una buena noticia, porque aumenta las opciones para el técnico a la hora de formar la retaguardia que se enfrente este sábado al Nástic de Tarragona. Pese a que la Copa es sólo un trámite, a los más de tres mil fieles que acudieron al Estadio les hubiera gustado ver a su equipo ganar y volvieron a salir decepcionados.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/95764/pozo-marco-y-brillo