Abrucena, un pueblo mirando a Sierra Nevada

Situado en las proximidades de la provincia de Granada, Abrucena ha sido lugar de diversos asentamientos a lo largo de la historia, según dan cuenta los restos arqueológicos hallados en dicha zona. El primero de los asentamientos tuvo lugar en el Neolítico, dado que se han hallado restos de cerámica de esa época en la zona denominada El Castillejo.

En la ocupación romana han quedado restos de vidrios y un aljibe, así como la vía de acceso al Castillejo, que se supone fue una fortificación excavada en la roca. A las faldas de Sierra Nevada, Abrucena es un bello enclave en el que adentrarse a través de sus senderos, sus tradiciones y su gastronomía.

Un paisaje de ensueño en el interior de la provincia de Almería en el que podremos encontrar postales de una gran belleza gracias a sus montañas nevadas, su inconfundible Jairola y una vista panorámica que impacta al visitante desde el merendero de La Roza.

Numerosas mesas, barbacoas, campos de deporte, todo ello se entremezclan con árboles, caducifolios y frutales; surgiendo al amparo de la corriente de agua, que desciende de las cercanas cumbres de la sierra. 

Abrucena es un lugar de su gente, de sus ciudadanos y, también, de sus visitantes. Por eso es una referencia en la provincia de Almería en cuanto a alojamiento rural se refiere. Un rincón de Almería, idóneo para pasar un magnífico y familiar día de campo rodeado de paz y naturaleza. Sin duda alguna, Abrucena es un lugar donde quedarse mirando a Sierra Nevada.