El Cabezo de María de Antas: la práctica de rituales se hace eco en Antas

Son muchos los tesoros que envuelven Antas y diversas miradas que ofrecen cada uno de sus monumentos. El Cabezo de María es una elevación orográfica de moderada altitud, pero de gran presencia paisajística, coronado por la Ermita que construye la forma más reciente de ritualización de un paraje en el que todas las evidencias apuntan a un mantenimiento de diferentes rituales desde tiempos prehistóricos. 

Este monumento junto con el Cerro del Espíritu Santo, asentamiento original de Vera y el Cerro de Mojácar la Vieja, constituye un conjunto de observatorios, entre los que el Cabezo de María tiene un papel relevante y es que la panorámica hacia el Levante es el rasgo más destacado del Cabezo, lo que permite una interpretación de ritual solar, común a muchos parajes de esta orientación y relacionados con ancestrales rituales de saludo a la salida del sol. Todo este conjunto monumental se encuentra ubicado en el suroeste del municipio de Antas.

Muy pocos saben que este paraje volcánico es de origen plioceno siendo así el asiento de diferentes culturas, ya que la disposición geográfica y su orografía, la han constituido como una fortaleza natural. Por otro lado, tenemos la cultura de El Argar, que es la primera constatada, puesto que aprovecha el hábitat en altura, su fácil defensa y las zonas agrícolas que se desarrollan en sus faldas. Argar está ubicado en el suroeste del municipio de Antas, se trata de un paraje volcánico de origen plioceno que ha sido el asiento de diferentes culturas, ya que la disposición geográfica y su orografía, la han constituido como una fortaleza natural como se conoce hasta ahora. Así, es como Antas se convierte en un lugar idóneo donde pasear, descubrir y contemplar las energías místicas que recorren sus monumentos.