Amparadas por recónditas calas recortadas en las Sierras Almagrera y Cabrera, se encuentran las extensas playas veratenses de fina arena, envidia de toda la región. Con una franja marítima de 5 kilómetros, en estos espacios naturales de gran importancia para el recreo, expansión y el ocio, adaptados y equipados con las mejores infraestructuras y con todo tipo de servicios, lucen numerosos distintivos otorgados a las playas de máxima calidad. El atractivo turístico de las playas de Vera comienza en su extremo sur, a lo largo del Paseo Marítimo disfrutando de la bonanza del clima que caracteriza esta tierra y, sobre todo del bien más preciado que posee, la tranquilidad.
Nos recrearemos frente a la Playa de Las Marinas-Bolaga, desde 2006 certificada con la Q de Calidad por el ICTE. Es una playa extensa con más de 1775 metros de longitud y una anchura media de 150 metros, de perfecta linealidad y de gran calidad. Se inicia a partir del límite del término municipal de Garrucha, definido por su puerto, y la recorre un extenso Paseo Marítimo, un foco de atención único y singular, con un atractivo turístico de gran valor, así como un magnífico lugar de esparcimiento y recreo para los visitantes y vecinos de la localidad, donde tienen lugar numerosas actividades culturales y deportivas principalmente en verano.
A su paso encontramos los restos de la Fundición La Española que recuerda la actividad comercial de las minas de hierro, plomo y plata de Almagrera, algunas propiedades del veratense D. Ramón Orozco, testigo de la cual ha quedado la chimenea ubicada frente a la Plaza de la Pérgola.
Recorriendo el amplio paseo marítimo de casi dos kilómetros de longitud, llegamos hasta la Laguna de Puerto Rey o desembocadura del río Antas, espacio natural protegido en el que su entorno de cañaverales y eneas mantiene un número considerable de aves (anátidas especialmente) que utilizan el lugar como descanso en sus migraciones entre África y Europa.
El Playazo, inmenso arenal de casi tres kilómetros de longitud y una anchura aproximada de 180 metros, acoge a lo largo de un kilómetro en su tramo norte, la Playa Nudista, prolongación natural de la anterior, que se desarrolla frente a los establecimientos hosteleros donde el naturismo es frecuente. Vera es conocida internacionalmente por ser el primer enclave naturista de Europa y uno de los destinos más paradisíacos para la práctica del naturismo.
Su privilegiada situación en el levante almeriense ha hecho de El Playazo el destino favorito para muchos naturistas europeos, propiciando un clima internacional y cosmopolita a su alrededor, considerándose “La capital nudista de España”. Su extensión invita a gozar de largos paseos por su fina arena, ofreciendo una forma distinta y libre de vivir las vacaciones en pareja, sólo o en familia.
La oferta de alojamiento naturista y de servicios tanto en las diferentes urbanizaciones naturistas como en la misma playa es excelente. Contando con el primer hotel nudista y naturista de España, situado en primera línea de playa, así como restaurantes, espacios para ocio nocturno, chiringuitos, servicio de hamacas, zonas para la práctica deportiva, alquiler de juegos náuticos, zonas verdes y el mejor equipamiento y servicios a pie de playa, hacen de esta una playa perfecta para toda la familia. Una playa en la que se mezclan el contacto con la naturaleza con todos los sentidos de aquel que la visita.
En El Playazo encontramos el humedal conocido como la Charca del Gato, y próxima a ella, el Salar de Los Canos, espacios naturales donde los amantes de las aves y los enamorados de la naturaleza disfrutarán de largos y fascinantes paseos a pie o en bicicleta que acompañarán la observación de aves, siendo este último humedal único en el Levante Almeriense, por la riqueza ecológica que posee.
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