Los almerienses se echan a la calle para vivir la Semana Santa

Los días previos a la Semana Mayor almeriense han estado llenos de actividades, con actos y cultos que las Hermandades y Cofradías capitalinas han organizado. Dos de ellos han tenido como protagonistas al cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, que ha sido el exaltador de la Virgen de los Dolores, de la Hermandad de la Soledad. 

Una exaltación que puso de manifiesto el gran apoyo con que cuenta monseñor Amigo entre los cofrades almerienses. Finalizado el acto y tras recibir una distinción por parte del hermano mayor, el cardenal arzobispo emérito de Sevilla regaló para Nuestra Señora una medalla conmemorativa de sus 25 años de arzobispo, con su escudo.

Otro de los actos destacados fue el pregón que el obispo de Almería, Adolfo González Montes pronunció a la Real e Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, en la iglesia parroquial de San Pedro. 

Entre los asistentes, además de cofrades, encabezados por la presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Encarni Molina, se encontraban el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca; Ana Martínez Labella, concejala de Cultura de Almería y el también concejal capitalino, Miguel Cazorla, entre otros.

Procesión infantil
El Colegio la Milagrosa ha vuelto a organizar su procesión infantil, cumpliendo ocho años con esta tradición que cuenta con presencia de numerosos padres, madres, abuelos y tíos de los niños que participan en este simpático cortejo. 

Ultimando detalles
La madrugada del Sábado de Pasión al Domingo de Ramos se vive de forma intensa en cada una de las sedes canónicas de las Hermandades que procesionan a lo largo de la jornada. 

En la Cofradía de la Estrella los vestidores del Cristo, Miguel Ángel Sánchez Gómez; y de María Santísima de la Estrella, Vicente Arias, ultimaban detalles de cada uno de sus titulares. Con respecto al arreglo floral, Vicente Arias es el encargado del exorno floral.

Por su parte, la Santa Cena, hacía lo propio y su vestidora, Ana Pallarés, ayudada por su hija Ana, comprobaban cada uno de los alfileres de la Virgen, mientras que el numeroso grupo joven de la Cofradía participaba en el montaje.