La España y el independentismo del s. XVI

Juan Fernández Gómez
01:00 • 15 feb. 2016

La  unión personal de los Reyes Católicos  no supuso la unión nacional de los territorios españoles, como actualmente se piensa, solo suscito una conciencia o pensamiento de gobierno único, en definitiva algunas reflexiones sobre la “monarquía de España.
La superioridad demográfica de Castilla y su política centralista, será la que promocionara un concepto de España – Estado y  una nueva visión de rey de España.
En cualquier caso es significativo a lo largo del siglo XVI, que no se use el término “reyes de España” y por el contrario se hable de “Reinos de España”;  esto es debido a la visión que se tenía del concepto geográfico de los territorios de España, y será más bien Felipe II el que impulse definitivamente este término.
La verdad es que durante los siglos XVI y XVII el termino de frontera estaba muy borroso, produciendo una conciencia nacional relativa, con una rutas obsoletas y un espacio delimitado por infracturas de transportes que impedían el tránsito y condenaban a un auténtico inmovilismo; más bien el individuo se sentía ligado a la familia en un régimen de capitulaciones matrimoniales  y en condición de sujeto paciente de la jurisdicción eclesiástica y señorial y en último caso de la administración real que lo sometía a los impuestos de la administración de justicia.
Por tanto el sentimiento nacional es mucho más reciente  y responde a la voz de “viva la tierra” que poco a poco creo una conciencia de adscripción donde los impuestos  comporto algunos derechos;  asi pues,  las  “cartas de naturaleza” establecidas en Cataluña desde el siglo XIV, daban la identidad con  la tierra natural donde se había nacido y ciertos derechos de contribución como los fogatges que se pagan a la Geralitat catalana
Por tanto el concepto de España, es muy aleatorio  todavía a mediados del siglo XVI, donde su gran confusión crea un conflicto de identidades no sometidas a reglas de juego alguno, donde el extrañamiento entre los diferentes reinos era patente  y que se fue afianzando cada vez más, desde un dominio castellano-céntrico que la monarquía de los Austrias hizo del viejo régimen establecido por la Reyes Católicos.  Se podría decir que la monarquía fue absoluta en castilla mientras que en Aragón fue constitucional y conjugar las dos coronas fue la asignatura pendiente de los Austrias.
Carlos I dio algunas recomendaciones a su hijo Felipe,  en cuanto a Cataluña y al problema que planteaba el bandolerismo  que reinaba en la sensibilidad foral catalana “Os avyso que es necesario que en el gobierno de Cataluña seáis mas sobre avyso”
Lo que si fue cierto que  la política del momento estuvo invadida por un sentimiento del concepto de España  desde Castilla y que fue contemplado con asombro por la Corona de Aragón que veía  con hostilidad la progresiva castellanización de la monarquía que no atendía a un régimen constitucional. Este centralismo se dejara sentir en un mejor afianzamiento del castellano como lengua del imperio.
Para terminar los consejos dados por Olivares  a S. M, elevándolo al príncipe más poderoso del mundo, nos costó un gravoso coste, produciéndose guerras como las de Cataluña y Portugal; por lo que en la situación actual, es importante que nos pongamos de acuerda mediante el dialogo,  manteniendo una unión nacional, pero sin dejar de atender los problema planteados de las diferentes nacionalidades. Porque:
Las palabras son el camino del entendimiento.







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