Yo no sé si lo que está pasando en los ayuntamientos gobernados por alcaldes y alcaldesas de presunto progreso hay que considerarlo como un banco de pruebas de lo que podría acabar pasando en España si el gobierno cayera en manos de un mézclum de lechuginos y bellacos. Que la alcaldesa Carmena regale ¡ceniceros! a unos deportistas de élite que acaban de ganar la Copa del Rey de Baloncesto es una anécdota sin importancia, si lo comparamos con el ramalazo liberticida de ayuntamientos como el de Pamplona, gobernado por Bildu con el respaldo de Podemos y del apéndice radical del PNV, Geroa Bai. Allí, estos tíos acaban de imponer (digo bien) la educación en euskera en las guarderías, obligando al cambio de centro a los niños cuyos padres prefieran que sus hijos se eduquen en una lengua hablada por casi 500 millones de personas -el español- antes que en otra que apenas hablan medio millón. Hace falta ser fascista para no saludar con entusiasmo las ventajas de futuro que para esos pamplonicas supondrá no hablar español correctamente. Por cierto: los concejales que han decretado esta medida son los mismos que, después de haber perdido las elecciones, se fabricaron un pacto de perdedores. Vayan tomando nota. Lo que tampoco debemos olvidar es que una cosa es disfrazarse de heroína cutre (ahí están las fotos de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau) y otra gobernar una de las ciudades más importantes de Europa. Cuando doña Ada era una inquieta escrachera, animaba desde tuiter a realizar huelgas “divertidas e imprevisibles”. Ahora que la Ciudad Condal está sumida en el caos de una huelga de metro, a la antigua activista las huelgas ya no le parecen joviales, sino “desproporcionadas”. Igual que los escraches en Madrid cuando los que los sufren son los “concejales del cambio” y no los miembros de “la casta”, que sí se los merecían. Vayan tomando nota.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/101096/vayan-tomando-nota