El centro histórico de Almería sin regenerar

Finalizadas ya las obras de la mal llamada “Regeneración del Centro Histórico de Almería”, conocidas por todos como Plan Urban (proyecto cuya inversión global por más de 14 millones de euros ha sido financiada al 80% por fondos FEDER de la Unión Europea y el 20% restante por el Ayuntamiento de Almería), ha llegado el momento de hacer balance.
 Sin dejar de reconocer los aciertos (las noches en blanco, el Centro de Interpretación Patrimonial, la remodelación del entorno del Centro Andaluz de la Fotografía, el aumento del espacio peatonal e incremento del arbolado, la calle Cubo junto a la Catedral, el nuevo y versátil Centro de Empleo y la adecuación de la Casa del Poeta Valente) llaman la atención poderosamente los errores: En primer lugar, destaca sobremanera el fiasco del proyecto del Mesón Gitano, que constituye casi la mitad de la inversión (y que ya veremos dónde termina su demanda judicial por corrupción).
 Hemos de recordar a todos los almerienses que el citado proyecto del Mesón Gitano tiene abiertas varias causas judiciales: investigación de la fiscalía con ocho imputados (entre ellos tres técnicos municipales y los representantes de la empresa adjudicataria), la Agencia de Defensa de la Competencia abrió expediente y ha sancionado a la empresa adjudicataria y a otra constructora por presentar al concurso de ideas proyectos idénticos firmados por distintos arquitectos y con muy diferente precio, y el Colegio de Arquitectos junto al partido político UPyD denunciaron el procedimiento y la resolución de la adjudicación, que llevó a la paralización temporal de las obras. 
A todo esto se suma el hecho de que las obras que se están ejecutando han sido calificadas como de “desastroso impacto para el entorno de la Alcazaba” por prestigiosos arquitectos, historiadores y arqueólogos de la Academia de Bellas Artes de Granada. 
 Por otra parte, han quedado bastantes temas pendientes: el Hospital Provincial, la integración Puerto-Ciudad, la rehabilitación de viviendas abandonadas que hace inviable la regeneración del Casco Histórico , la cohesión y calidad urbana en los barrios periféricos y, sobre todo, la elaboración de un Plan Estratégico de la Ciudad, con especial atención a la revitalización del Centro Histórico. 
Esperemos que el futuro nos traiga otra oportunidad. Va pasando el tren de Almería, aunque la esperanza se llama Almería 2020 y, en unos meses, sabremos si hemos sido elegidos por el Ministerio, o si bien lo han sido otros proyectos de Roquetas, El Ejido, o el de la Diputación-Bajo Andarax. 
Deseo que nuestros políticos quieran aprender de sus errores y miren al futuro con nuestra misma ilusión.