Las líneas rojas, en el trastero

¿Por qué el PSOE, que es una izquierda moderada, pacta con un centro derecha como Ciudadanos y éste no es capaz de hacer lo mismo con Podemos, el partido que dice haber superado el dueto izquierda-derecha? ¿No será que hay miedo a enfrentarse con la realidad enmascarando las palabras y poniéndolas al margen de su verdadero sentido? Mucha mano tendida y no pocas declaraciones sobre el temor a  repetir  elecciones, pero en resumidas cuentas la tortuga pactadora no da un paso. Esto sería como coger al otro del cuello y asfixiarlo. Como acaba de decir aquí en Roquetas Antonio Hernando, portavoz socialista en el Congreso, hay que superar la creencia de que los tres partidos en litigio son “incompatibles  con Rajoy”. Si eso fuera verdad toda la retórica de Ciudadanos acusando a Rajoy de inmovilista y corrupto estaría fuera de lugar porque las llamadas líneas rojas lo que  están preparando es otro triunfo electoral del PP, y por consiguiente, otro fracaso del gobierno del cambio. Pacta quien quiere. Cuando no se llega a un acuerdo es porque alguien pone dificultades insalvables. Si Ciudadanos no quiere ver a Podemos y éste tampoco desea mirar a la cara a Albert Rivera, entonces tenemos la carabina de Ambrosio en plan  hoja de ruta. “Todas las semanas superamos un imposible, insiste Hernando, y siempre hay que superar la creencia de que las tres fuerzas son incompatibles”. 
¿No les vale la certeza de que un 64% de españoles, según las encuestas, está deseando un pacto que mueva de una vez toda la maquinaria parada del molino? ¿Ustedes leen lo que pasa por Andalucía? Alaban sin cesar la buena disposición dialogante de Ciudadanos y de Podemos que hicieron posible el Gobierno de Susana Díaz. Tal  vez no costaría mucho repetir aquí la misma operación y  dejarse de supuestos miedos a la militancia,  táctica que por cierto no  suele utilizarse para otras cosas. Consecuencia del bloqueo es que la gente sospecha que  las ejecutivas andan a la greña entre barones y subsecretarios rebeldes. Y esto to tampoco favorece los intereses del país para no hablar de lo que esperan los empresarios. Como escribe el maestro Toharia, el 70% de los españoles sigue prefiriendo un multipartidismo equilibrado al anterior equilibrio binario. En resumen que los partidos escondan su líneas rojas en el trastero para formar Gobierno.