Casi el 40 por ciento del suelo protegido y sin recibir un euro

Juan Torrijos
18:51 • 19 abr. 2016

Engañaron a los vecinos cuando lo del parque natural de Cabo de Gata, los llevaron al huerto con lo del Sierra Nevada, les tomaron el pelo con los lic y con todos y cada uno de los inventos que se sacaron de la manga a la hora de proteger nuestros suelos y a los que en ellos habitan. A la hora de proteger de los únicos que se olvidaron en su día y lo siguen olvidando es el apartado referente a los seres humanos; a esos, que les den. Los políticos se aliaron con universidades y grupos ecologistas para venderle al mundo las grandes ventajas que iban a reportar a los territorios y a sus vecinos esos parques y zonas protegidas. Han pasado los años y los vecinos lo único que han visto es como se les ha prohibido hacer cualquier cosa sobre sus casas y haciendas. Y encima sus ayuntamientos y administraciones pertinentes no han recibido todo lo que se prometió en el momento de delimitar sus futuros desarrollos con la línea mágica del protectorado medio ambiental.
No está el personal en contra del medio, ni siquiera de la protección, pero sí en contra de una medida que en Almería se usó y se abusó de ella a la ligera, demasiado a la ligera. ¡Políticos a la carrera por el medio ambiente! ¡Maricón el último! Y así nos ha ido. Alguien quiso que nos pusiéramos a la cabeza de la defensa del territorio, y ahí nos tienen, con casi un cuarenta por ciento dentro de esa línea mágica para algunos que supone el no poder mover una piedra, plantar un olivo o recoger un ramillete de manzanilla en nuestras sierras o llanos. Y encima aquellos que nos cantaron las excelencias en su día ¡como nos engañaron los puñeteros! no pagan lo prometido en aquel contrato que nos vendieron. La culpa nuestra, evidente. Fiarse de ellos no era de recibo, pero lo hicimos, y empalados caminamos no sabemos muy bien hacia donde, y encima sin cobrar.
Hace unos días el compañero Manuel León nos ponía ante la disyuntiva que se está viviendo con la red natura. La dura realidad que nos exponía debería hacer reflexionar a los pequeños padres de la patria chica, esos que tienen la posibilidad de mandar en los boletines oficiales de la provincia, la comunidad y hasta en el del estado. En ellos está el real y efectivo poder, en ellos el real y efectivo futuro de esta provincia y de su gente. Pero eso a ellos no sé si les preocupa. 







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