El país va al especialista

Kayros
23:59 • 21 abr. 2016

Hace poco leí  un cuento  de la Premio Nobel  canadiense Alice Munro  que me impactó. Trataba de una mujer que necesita ir al médico para que le haga  una  receta pero  luego resultó que necesitaba  algo más. La enferma confunde el  día de la cita;  toma  el lunes por el martes; esto hace pensar que se le está  yendo la cabeza. Al borde pues del alzeihmer piensa en un especialista. Este hombre vive en un pueblo a veinte millas de las casa de Nancy. Ni corta ni perezosa  coge su coche y se desplaza al  pueblo indicado. Allí todo es confusión. No tiene clara ni siquiera la dirección del médico. Confunde las calles, los edificios antiguos con las modernas  clínicas, los sanitarios con los jardineros. 
 Nancy pierde el tiempo visitando bares, tiendas de ropa, gasolineras y  preguntando a una gente que no tiene el menor interés  para ella.  Después de muchas vueltas y revueltas  con la dirección equivocada  llega a la conclusión  de que es  imposible dar con el médico especialista en viejos. La protagonista del cuento ha perdido la memoria  y es una enferma  de alzheimer; vive en otra  galaxia.  Últimamente nuestro país se parece un poco  a esta alienada que vive  fuera de la realidad.  Lo mismo nuestros políticos le dicen que ya hemos salido de la crisis  como  que hay que ajustar un poco el déficit porque nos hemos pasado. Tras cuatro meses de presuntos pactos –pactos de todos de  los colores, a la valenciana, a la catalana, al ajo  arriero zaragozano  y a la vascongada-, resulta que hay que repetir  las elecciones  y comenzar de nuevo. Dicen que quien está sacando más  ventaja  de  este lenguaje de sordos es el  PP  porque así puede aprovechar más tiempo su Gobierno en funciones. 
Un Gobierno en funciones  no es  precisamente una manada de tordos al atardecer. Está compuesto de ministros que quieren seguir gobernando otros cuatro años más.  Por tanto  aprovechan cualquier coyuntura para favorecer el voto del PP, bien sea pagarle a los funcionarios a pesar del déficit, bien sea chupando cámara con el Maruenda. ¿Qué pasa? ¿Habrá perdido el pueblo español la memoria  de la transición. ¿Se le ha olvidado ya la espantosa  corrupción?  Dios nos libre de esos gendarmes  de la moral que te amenazan con  una campaña  de desprestigio si no te rascas el bolsillo.  En fin, peor  sería que viniera un cirujano de hierro.







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