No es sorprendente que al final el ayuntamiento de haya decidido por la ex edil María Muñiz, lo que nos deja una sombra en el mismo es la abstención de dos fuerzas políticas de la oposición, Izquierda Unida y Ciudadanos. No parece de lógica que desde estos dos partidos se diga en el pleno que no hace falta el cargo o que no gusta que tenga una ascendencia política y se confirme el nombramiento con la abstención. No me gusta, pero lo apoyo. Vaya con la tropa. El PSOE fue por lo menos coherente, que es lo menos que se le puede pedir a un partido a la hora de votar y explicar su postura. Lo de María Muñiz en la gerencia ha sido una pantomima como decía Consuelo Rumí; una burla a los demás participantes y al resto de los ciudadanos almerienses. Pantomima y burla que hay que poner en el apartado de los tres grupos que con su voto o abstención apoyan el nombramiento: PP, C’s e IU. Y cada uno se responsabilice de su parte de medalla.
Si en la historia faltaba la guinda ahí estaba el señor Castellón, portavoz pepero y rutilante luz municipal, para encendernos la bombilla: “Otros ayuntamientos en los que manda el PSOE el nombramiento se le da a personas vinculadas a la Junta y sin ningún arraigo en el urbanismo”. Defendía en el pleno la mofa de Almería con la denuncian de que el PSOE hace lo mismo en otros municipios. Está reconociendo el señor Castellón la pantomima, la burla, el cachondeo con el que tratan estos temas los políticos. El, y tú más, llevado hasta los altares del reconocimiento laboral. ¿Y no deja de ser una corrupción lo que se comete con el nombramiento de María y con el de todos los que denunciaba el portavoz como excusa por el del Ayuntamiento de Almería?
Lo del PP se puede llegar a entender, están defendiendo a una colega de partido con mucho conocimiento de todo lo que se ha guisado en el ayuntamiento en los últimos veinte años, no era cosa de dejarla sin puesto en el ayuntamiento y con banderillas de fuego sobre la espalda. Lo extraño es la defensa de Miguel Cazorla (C´s) y Rafael Esteban (IU), cuando ellos mismos reconocen en pleno que no están de acuerdo con la forma en que se ha llevado el caso del nombramiento, pero se abstienen, y con ese voto permiten que el PP cumpla su promesa a María Muñiz. ¿A cambio de algo? En política nada se hace de forma altruista.
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