Un alto funcionario de la Comisión considera que España lo tiene ‘muy difícil’ para eludir una sanción comunitaria de hasta 2.000 millones de euros por su reiterado incumplimiento de déficit. Pero al mismo tiempo que el palo, desde los despachos en Bruselas se difunde la versión de la zanahoria: ‘España podría evitar la multa si el Gobierno o la Comisión presentan ‘circunstancias económicas excepcionales’ que aconsejarían no infligir más perjuicio a las arcas públicas’.
Lo cuenta el portal EurActiv, y coincide en lo esencia con otras filtraciones desde hace unos cuantos días, aunque con más detalle. Tal como están las cosas, este martes día 2 de mayo la Comisión hace públicas sus previsiones de primavera, que se suponen no serán muy sombrías dado que el crecimiento se ha hecho notar, según Eurostat: un 0,5% en la UE y se ha duplicado del 0,3% al 0,6% en el primer trimestre. Y hacia mediados de mes, el susto: las recomendaciones de la Comisión sobre los planes de estabilidad y reforma de los países miembros.
Reformas Ahí es donde le pueden doblar la espalda a España. Es el país que hoy por hoy más preocupa, al haberse detectado que se han paralizado las reformas y en algún caso se han revertido. Y lleva nueve años sin cumplir el objetivo de déficit. Aunque otros países en el pasado también se han desviado, nunca ha habido una multa de hasta el 0,2% del PIB que prevé el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El escarmiento a España sería el primer caso de sanción, y en Bruselas se da por seguro de que por lo menos habrá una recomendación de los funcionarios en ese sentido.
Otra cosa es lo que hagan los políticos. El comisario Pierre Moscovici ha combinado señales de dureza con otras de comprensión, en especial tras una conversación con el ministro Luis de Guindos en Washington durante la reunión del FMI. Incluso ha dejado caer que habría una posible prórroga no de un año, sino de dos, para alcanzar el objetivo del 3% de déficit. Varias fuentes han indicado que podría haber una multa oficial con un indulto automático. Es decir, que la multa sería cero euros.
Pero desde otros despachos se cree que a lo mejor no hay ni eso, dado el delicado momento político en España. La multa sería un voto contra Rajoy de cara al 26-J. El indulto, un voto a favor. ¿Qué hacer? Esto es lo que estará también sobre la mesa a la hora de decidir. Como señala Jorge Valero en EurActiv, la sanción a España implicaría poner también el ojo en Italia. Y además sería un agravio comparativo, que tampoco ha cumplido con sus objetivos de déficit desde 2008.
Impasse Ese momento político inspira también un desfalleciente editorial en el diario británico The Guardian. Se titula ‘El impasse político en España: sin solución a la vista todavía’, y desde luego su lectura destila desengaño, decepción, desánimo. La tesis se centra en el chasco de que los partidos emergentes, que se suponían que llegaban para regenerar el sistema, tampoco han servido para desbloquear la situación. En lugar de ‘ir hacia delante con nuevas soluciones a los problemas del país, paradójicamente el resultado ha sido parálisis’. La nueva política parece haberse acomodado a la vieja.
No sumaban los partidos por la derecha. No sumaron por la izquierda porque no se llegó a un acuerdo y en definitiva, durante cuatro meses ha habido ‘un lío’ y ‘un circo’ (en español?, palabra también utilizada días atrás por otros medios internacionales como The New York Times.
The Guardian carga contra la falta de voluntad de los líderes para impedir la repetición de las elecciones: ‘El fracaso confirmó la sensación de que los políticos pusieron sus propios intereses antes que los del país’.
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