Todo es posible en Granada

Apenas 48 horas después del apaño que ha permitido al PSOE hacerse con la alcaldía de Granada, la presidenta de la Junta ya ha anunciado su próxima visita oficial al Ayuntamiento para “desbloquear” los asuntos que permanecen encallados entre ese consistorio y el gobierno andaluz desde hace doce o trece años. El mismo tiempo -qué casualidad- que llevaba gobernando el PP en la vecina capital. Impregnada aún del polvo de estrellas que recibió en el Calar Alto, Susana Díaz no ha necesitado más óptica que el desvergonzado sectarismo que ilumina las relaciones de su gobierno con los ayuntamientos que no controla el PSOE, demostrando una vez más que los socialistas siguen empeñados en borrar las fronteras que separan a los partidos de las instituciones en las sociedades que no padecen subdesarrollo democrático. Por lo tanto, doña Susana irá a Granada en calidad de presidenta del PSOE, pero representando el papel de presidenta de todos los andaluces. Allí seguramente anunciará una conjunción astral de siglas socialistas sobre las cabezas de los granadinos que valdrá más que el tesoro de un rey moro, tal como cantaba Manolo Escobar. Pero nada nuevo bajo el imparable sol del régimen socialista andaluz. Todos los almerienses recordamos que tras las municipales de 2007 que ganó en minoría el PP, el PSOE tentó a GIAL con “el desbloqueo de asuntos pendientes en la Junta”, si forzaba la alcaldía para el PSOE. La propuesta fue rechazada y no les cuento los asuntos que todavía siguen bloqueados. Y termino: el nuevo alcalde de Granada no ha tenido que pedir cita para ver a Susana porque ella misma se ha ofrecido a ir a verle… tras llevar cinco días en la alcaldía. El de Almería, que lleva 193, aún no ha recibido respuesta al primer documento que firmó como alcalde en noviembre de 2015: la petición de una entrevista con la presidenta de todos los andaluces. Comparen.