Criticar no es de recibo

En la Junta del PSOE de Sevilla piensan que usted, por ser almeriense, padece un severo déficit en sus capacidades cognoscitivas que limita sustancialmente su desenvolvimiento como ciudadano. O dicho de otro modo, que es usted tonto del culo. Sólo así se entiende el sostenimiento de ese discurso tan “marca de la casa” que se sitúa en una realidad inventada o decretada, al margen de las coordenadas de la realidad. Lo digo porque ayer miércoles, a media mañana, la cuenta oficial de Twitter de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, lanzó este mensaje: “Rajoy tiene tiempo para venir a Andalucía a arañar votos, pero no para recibir a alcaldes que reclamen un reparto justo de la PAC.” Creo que la propia presidenta o alguien de su entorno-burbuja debería ser consciente del error estratégico que supone afear públicamente a otro lo que una lleva haciendo, con desparpajo, mucho tiempo. Y es que hace falta tener un papo muy considerable para afear a Rajoy que no reciba a alcaldes, habida cuenta de que la propia Susana Díaz lleva dando largas ¡desde el pasado mes de noviembre! a la petición formal de entrevista cursada –como primer documento oficial de su mandato- por el alcalde de Almería, Ramón Fernández Pacheco. Copio y pego: “He querido que mi primer acto formal como nuevo Alcalde de Almería sea la petición, a través de esta carta, de una reunión en la que tanto Ayuntamiento de Almería como Junta de Andalucía podamos analizar la agenda de asuntos comunes que están en desarrollo o esperan su puesta en marcha. El interés que ambos compartimos por ofrecer respuestas y dar soluciones a las necesidades del conjunto de la sociedad almeriense me anima a pensar que el encuentro se producirá en el menor plazo de tiempo posible.” Desde entonces –noviembre 2015- Susana Díaz no sólo no ha querido ver al alcalde de Almería, sino que ha tenido tiempo de ofrecerse a visitar al recién elegido alcalde socialista de Granada y ha tenido tiempo de estar varias veces en Almería visitando exclusivamente a alcaldes socialistas. Así es ella.