La campaña, que se inicia oficialmente ahora, discurre por donde solía: las genialidades de imagen de Podemos, que nos presenta su programa como un catálogo -muy solicitado, por cierto_ de Ikea, pero vacío de novedosas ideas -cuántos chistes se podrían hacer sobre cabezas mejor o peor amuebladas-, y el presidente del Gobierno (en funciones) dejándose la piel por ponerse a las órdenes caprichosas de Pablo Motos en ‘El Hormiguero’: ¿bailará Rajoy como Soraya Sáenz de Santamaría, tocará la guitarra como Pablo Iglesias, cocinará como con Bertín, hoy desertado de políticos por sus deslices financieros caribeños? Los politólogos viven en un suspiro: ¿cuántas de las cifras que este jueves nos dejó la encuesta del CIS variarán tras los encuentros de quienes aspiran a representarnos con los niños sometidos a ‘casting’ en televisiones que no pixelan, como antes era de buen tono, sus rostros? ¿Cómo influirán esos vídeos faltones, o los idílicos de los gatos, en el resultado final?
Bueno, pues así está la cosa cuando la campaña comienza oficialmente sin una propuesta verdaderamente nueva sobre la mesa, con programas cansinos y recorridos territoriales espeluznantes, en mítines que no incluyen, eso sí que no, proyecto alguno para resolver el caos en el que se ha metido la comunidad autónoma de Cataluña.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/108170/ikeas-no-son-exactamente-ideas