26 segundos no bastan

Una semana queda para que acabe esta interminable campaña política, porque esta vez ha durado meses, y el agotamiento es obvio tanto en los mensajes como en la frescura de los debates políticos. Pero el cansancio no exime para que cuando no se está a la altura del problema no levantemos la voz. Los discursos no pueden estar vacíos y los debates tienen que ser las pinceladas de los temas importantes de los programas políticos.
En el último debate televisado, con los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno, la periodista y moderadora, Ana Blanco, dijo: “Les pido que dejen un poco de tiempo para hablar de la violencia de género si puede ser”. Como pidiendo disculpas a estos hombres, de los cuales uno de ellos será presidente del país. La pregunta fue directa pero tuvo que ser repetida. Y esto fue lo que pasó: Mariano Rajoy y Albert Rivera le dedicaron cero segundos y, tras la insistencia de la moderadora, Pablo Iglesias empleó nueve y Pedro Sánchez trece segundos. El debate duró 120 minutos a los que le dedicaron 26 segundos a la violencia machista que ha asesinado a más de 900 mujeres en los últimos 15 años. En el 2015 se registraron más de 300 denuncias al día. Cada año mueren 60 mujeres en España, y en lo que va de año ya han asesinado a 20. El 40% de las asesinadas había denunciado. Una de cada tres jóvenes considera aceptable que su pareja la controle. Si estos son los datos oficiales: ¿por qué no está en el centro de la campaña electoral y en los planes de Gobierno? Si no se habla de ello es como si no existiera. La violencia sobre las mujeres nos importa poco, según el CIS sólo para el 1,6% de la población es considerada un problema nacional. Es desolador pero la violencia de género no da votos, según el forense Miguel Lorente: “da cierto valor intelectual” tener una actitud crítica. Los políticos piensan que crea animadversión y por eso lo dejan fuera.
Tras los 26 segundos del debate, los partidos liderados por Iglesias y Sánchez han llenado de constantes apelaciones las redes sociales, en cambio hubo silencio inquietante en Rajoy y Rivera, en un momento en el que se está viviendo la peor violencia que se ejerce sobre las mujeres, y el partido de Rivera además propone en su programa electoral acabar con el agravante penal en estos delitos, y por eso en la anterior campaña se habló de la violencia machista. Las políticas de austeridad aplicadas en los últimos años por el gobierno conservador de Rajoy no han hecho nada más que agravar el problema, y las desigualdades entre hombres y mujeres es cada vez mayor en todos los ámbitos de la vida: la desigualdad económica enquista aún más la violencia machista. Es una de las principales causas de muerte entre las mujeres de 15 a 44 años, por delante del cáncer, la malaria, los accidentes y las guerras. La legislación deja impunes a los agresores: en un 36% se condena al agresor; en el 30,5% hay sobreseimiento y, en un 33,5% hay absolución.
A la foto de los minutos de silencio van todos a “posturear” ¿Cuándo la violencia machista será una cuestión de Estado? Cuando la nombren empezará el compromiso.  Mientras nos siguen asesinando por el hecho de ser mujeres. Para la Asociación de Mujeres Juezas de España lo que ocurrió en el debate fue de vergüenza. “Las mujeres merecemos más dignidad, tiempo y propuestas claras”, como dice su vocal Lucía Avilés. No se nos puede tratar como ciudadanas de segunda. Exigimos ser nombradas porque en el silencio está la fuerza de la ignorancia. Hay que tomar medidas urgentes sobre las violencias machistas. Escribió, el filósofo, Jean Paul Sartre: “cada palabra tiene consecuencias: cada silencio también”.