Hagamos un juego. Imaginemos que Iglesias es el principal asesor del PSOE y que, tal y como pronostican las encuestas, Podemos queda por delante de los socialistas y ambos partidos están en condiciones aritméticas de formar gobierno juntos.
¿Qué le aconsejaría el asesor Pablo Iglesias a Pedro Sánchez? Evidentemente lo mismo que el hizo: pedir los mismos ministerios -incluida la co-presidencia, mal llamada vicepresidencia- que Iglesias pidió en diciembre ¿Por qué? Porque todos los ministerios en liza -Economía, interior, Justicia, Defensa y Exteriores- tienen que ver con el poder y con el control del aparato del Estado, que es lo que le interesa a Podemos para cambiar la correlación de fuerzas existente y transformar el sistema desde dentro.
Así, el PSOE podría significar el equilibrio, la seguridad y la confianza que para otros no supone el partido morado. Por otro lado, vendría lo innegociable: la renuncia expresa al referéndum de autodeterminación. Expresa. Por todos los diputados de la coalición Unidos Podemos.
Con ello, los socialistas explotarían las contradicciones existentes en Podemos, obligándoles a renunciar a las primeras de cambio y sin ambigüedades a una de las principales propuestas que tanto apoyo suscitan en Cataluña, País Vasco y Galicia.
Si Iglesias exigió su celebración quedando tercero y con menos apoyo parlamentario del que seguro obtendrán los socialistas el domingo
¿Por qué no habría de exigir Sánchez lo contrario? Probablemente, esto provocaría un cisma interno en la coalición, toda vez que los grados de exigencia en cuanto a esta propuesta son mucho más rígidos en esas tres regiones (sobre todo en Cataluña, granero principal de votos de la coalición) que en el resto de las regiones españolas, donde es mayoría la negativa al referéndum.
Y por ello, el compromiso de los diputados también es variable según su procedencia. Además, teniendo en cuenta la territorialidad de los votos socialistas – la inmensa mayoría derivan de zonas frontalmente opuestas al independentismo- esta propuesta aportaría la coherencia y el respeto constitucional necesario para un proyecto creíble, que siendo parco en Podemos, debe ser inherente al Partido Socialista (PSOE).
Esto en vez del ofrecimiento de un pacto parece un chantaje imposible, deducirán los lectores.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/108976/si-pablo-iglesias-asesorara-al-psoe