El tranvía de Parla

El Tribunal de Cuentas  exime ahora al político socialista Tomas Gómez de la presunta culpabilidad derivada del caso del tranvía de Parla. En su día  no fue pequeño este encontronazo con la justicia. A Tomás le costó el cargo . Izquierda Socialista de Madrid se dividió entre quienes  dudaban  de la honorabilidad del exalcalde y sus verdaderos  amigos conocedores desde el principio de su honradez y limpieza política. 
Las urgencias electoralistas del  20- D obligaron a Pedro Sánchez, actual secretario  general del PSOE ,a tomar una decisión sin duda dolorosa. Si en aquellos días hubiéramos conocido el definitivo veredicto del Tribunal de Cuentas  quizás no hubiera  hecho falta tanto escándalo  fuera y dentro  del  partido. Pero las cosas de la justicia se retrasan más  de lo que esperamos. 
Ahora no hay quien le quite a Tomás este  sufrimiento  anclado en su conciencia como un clavo retorcido. Menos mal que  todavía es joven y tiene tiempo para volver a la política o al menos a ser un hombre influyente  en la sociedad desde la cultura como profesor universitario. Dice Tomas Gómez que todos los días le acusaban con medias mentira, que tiene la sensación de que a sus adversarios no le ha gustado mucho la buena noticia Los periódicos hablaron de presunta estafa. Y sin tener pruebas. Ahora mismo  en Andalucía puede ocurrir algo semejante al tranvía de Parla. Veremos en qué termina este curso acelerado sobre la corrupción. Sabemos que durante la  campaña electoral todos los partidos se lanzan podredumbre a la cara  hasta el punto de terminar   sin  saber  qué formación es más mierdosa. 
Menudo chasco nos  acaba de dar  el 26.J. La gran corrupción no ha tenido la menor incidencia  en los resultados electorales salvo en Andalucía  donde el PP se ha empleado a fondo. Siempre me llamó la atención  que el mayor pudridero que ha tenido este país arremetiera tan ferozmente contra Susana, Griñán y Chaves. 
La idea general de que la corrupción se olvida  en el proceso electoral tampoco se ha cumplido aquí. Mientras  en Valencia el PP gana, en Andalucía los que pierden son los socialistas. Estamos a la espera de saber  cual es el veredicto  final acerca de los cursos de formación. A ver si tenemos otro chasco como el  del tranvía de Parla.