Los peregrinos de Teo

José Luis Masegosa
01:00 • 25 jul. 2016

Santiago y sus peregrinos protagonizan la actualidad de la jornada. Un destino universal que no es ajeno a muchas procedencias y que atesora un compendio incalculable de historias humanas y colectivas. Una de ellas es la de un agradecido andaluz que planificó su romería  en diferentes etapas, la última desde Rionegro del Puente, en el hermoso paisaje zamorano de la Carballeda. Hasta el albergue de  la Cofradía de los Alifos y  la Virgen de la Carballeda arribó en buena suerte nuestro peregrino, en días previos al de Santiago para llegar hasta el apóstol tal día como hoy. Como otros muchos peregrinos del Camino Mozárabe o Sanabrés, el andaluz andante  alimentó su cuerpo y su espíritu en el restaurante “Me gusta comer”, el establecimiento de Teófilo Llamas por donde pasan miles de romeros al año. La carta del peregrino –pastel de atún, pote gallego, lomo con ensalada de frutas y un tiramisú con helado., incluido café y chupitos de licores del Abuelo de la Vega- reconfortó hasta la saciedad a nuestro romero compostelano, quien junto a otros peregrinos disfrutó  de la excelente velada que Teo el Cocinero depara a cuantos anochecen en su venta. Tras la calorífica cena y los efluvios de los licores del Abuelo, Teo convoca ante la concurrencia –si es conocida, mejor- a su particular cuadro musical, en el que intervienen sus dos hijas Yolanda y Laura, junto a Chema, su novio, a la sazón  tuno veterano de la Pontificia de Salamanca, quienes conforman un animado grupo, enamorado del flamenco, al que se une la voz del propio Teo, quienes alimentan con sus cantos la noche rionegrera de la peregrinación compostelana. El trasnoche dejó dormido al peregrino andaluz, quien tras su retraso en reiniciar el camino se vio obligado a coger el fatídico tren Alvia a Santiago que hace tres años dejó una estela de muerte y dolor en Angrois. Nuestro peregrino fue uno de los afortunados viajeros que salvó la vida. Un año después pudo dar el abrazo a Santiago, y a su regreso pasó por el restaurante “Me gusta comer”, de Rionegro del Puente, para entregar a Teo el Cocinero la concha prometida, y agradecer la protección que la patrona de la Carballeda presta a los peregrinos, a quienes Teo recuerda un viejo dicho de la comarca:”Somos muertos de vacaciones”. El peregrino superviviente aún puede ir de vacaciones. 


 







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