Alguna vez tenia uno que tomar conciencia del universo donde vive y muere. Normamente estamos tan inmersos en nuestras naderías terrícolas que no nos queda tiempo para pensar en las estrellas. Y hoy es una buena jornada de vagancia en la tierra y de fantasías en los cielos. Albert Rivera tenia ayer prisa porque se aprobaran pronto sus condiciones. Dijo que nada más dijera sí el comité ejecutivo del PP, comenzaría el nuevo resurgir español. Sin embargo Rajoy le contestó sin pestañear, tomándose una semana más de vacaciones. Acelera, compañero, que yo voy despacio. Así van las cosas por aquí. Por tanto yo también quisiera aprovechar mi tiempo en el universo. Los compañeros se han tomado la molestia de contar estrellas y deseos. Nos Indican incluso dónde se verán mejor las llamadas lágrimas de San Lorenzo. Y como no podía ser de otra manera, hasta los gestores turísticos de la costa han visto pronto otra manera de hacer negocio con las lagrimas de San Lorenzo. Dicen los astrónomos que las Perseidas de esta noche serán las más visibles de los últimos años. Nada, hombre, allá que vamos. Dejaré de escribir de política esta tarde. Procurare dormir la siesta para que no me tumbe el sueño a las cuatro de la madrugada. Escogeré un lugar donde no haya demasiada contaminación lumínica. Y me entregaré con toda el alma al espectáculo inédito de la lluvia de meteoros. No siempre puede uno escaparse de su mundo habitual. Años y años hablando de impuestos merece al menos una pequeña vacación en el espacio. Les supongo a ustedes enterados del prodigio a la vez me considero un profano en la materia de galaxias. Por consiguiente no me meteré en camisa de once varas que cada cual espere en la medida que los cielos les dan a entender y que cada cual robe al destino su deseo más vehemente. Miguel Arranz cita Calar Alto, Vela Blanca, Collativí o el Cerro de Monteagud como sitios más adecuados para el disfrute. Recuerdo con emoción la primera vez que visite Calar Alto. Nevaba. Mis hijos no conocían todavía ese fenómeno. El paisaje almeriense daba la impresión de una sucursal de la luna. Ahora la luna estorba un poquito la belleza intacta del meteoro. Bendito seas, cometa Swift Tuttle, eres la mejor noticia del verano.
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