Achicando agua los de siempre

Escribió el almeriense Manuel del Águila en honor a la patrona de Almería, la Virgen del Mar, a la que se le dedican las fiestas capitalinas – que por cierto, las prefería cuando eran más cosmopolitas, abiertas y llamábamos del Mediterráneo – en el popular ‘Si vas pa la mar’: “…Como virgen marinera prefirió concha de nácar, y en vez de valles y riscos, caminos de agua salada.” Pues bien, es esa agua desalada en Carboneras la que la empresa pública de Diputación, Galasa hace llegar hasta las casas del levante almeriense, con la que el PP de Amat quiere seguir dejando más secos que la mojama a los vecinos, subiendo la tarifa más del 40%,; no tienen suficiente con hacerles pagar las consecuencias de la desvergüenza política de Acuamed, en época del ministro Cañete, no teniendo en funcionamiento la desaladora de Bajo Almanzora, que abarataría costes.
Montoro obliga a que Galasa sea más viable, pero solo subir tasas es pan para hoy y hambre para mañana. Además quieren quitar competencias a los Ayuntamientos, como decidir las tasas de agua, por eso el PP de Amat, como el de Rajoy, debe darse cuenta que gobernar es acordar, con o sin mayoría absoluta, así se ve ahora Rajoy, claro.
¿Cuándo una auditoría seria que cuantifique el agua que se compra, la que se factura y la que se pierde? Tras dicho análisis, se pueden establecer tasas, solucionar los problemas de pérdidas de agua y ser solidario con los municipios que no pueden hacer frente de la misma forma que otros a mejoras de la red, para esto debe estar Diputación.
El PP parece moverse como pez en el agua en estos tejemanejes; se lanza la idea de que no es viable mantener la empresa pública, se propicia que le duela más el bolsillo a la ciudadanía para que quieran cambios, y los amiguetes de turno se llevan el gato al agua al privatizarla.
Por otro lado, está tan claro como el agua que el PP tendrá más del 80 % de responsabilidad en lo que ocurra con los trabajadores de Galasa, pues un 50 % será responsabilidad de la Diputación de Amat, y más de un 30 % de municipios implicados están gobernados por el PP de Amat.
Este tema le hace aguas al PP desde hace tiempo, pero pretenden que sean los almerienses a quienes les toque achicarlas y pagar las consecuencias, como siempre.