Desabrido septiembre

Un recuerdo muy vivo de mi niñez tiene relación con los membrillos. Septiembre olía a membrillos y a carteras escolares. Hoy estas vivencias apenas si las siento. Los membrilleros se acabaron y el colegio de aquellos años se esfumó en el tiempo. No obstante el mes de septiembre me resulta antipático . Era el fin de las vacaciones y de la alegría del verano. Mes de agosto dedicado intensamente a la naturaleza bajo la amorosa amenaza paterna. ¡ Dios que gana tengo de que comiencen las clases!, decía mi padre. La vuelta al trabajo se llama ahora “síndrome postvacacional, para decirlo en su jerga técnica y profesional. Según los entendidos, afecta más al hombre de ciudad que al de la aldea. El verano parece que afectara también a las relaciones de pareja. Raro ha de ser el programa dedicado a la familia que no te diga que en agosto aumentan las separaciones matrimoniales. Es más, un fenómeno nuevo aparece en el horizonte, Es el de la separación material de los cónyuges que por complejidades del trabajo y para que el trauma afectivo no cale tanto a los niños obligan a los padres a seguir viviendo juntos. Pero la vida contemporánea es bastante más preocupante desde otros ángulos. Pensemos en las angustias de quien acaba de pasar por un desahucio y tiene que abandonar su vivienda a requerimiento de la policía o del banco, Esto choca de golpe contra toda una concepción política y organizativa de nuestra sociedad. A partir de aquí ya no podemos vivir al margen del Gobierno, sea quien sea el partido que represente ese Gobierno. Ahora bien, si te dicen que por un mal entendimiento de los partidos este país lleva ocho meses sin Gobierno y sin poder atender a sus ineludibles obligaciones europeas, entonces tú clamas como una loba hambrienta sin comprender lo que está pasando. Si Rajoy no obtiene la confianza para ser elegido, que se marche. Si Pedro Sánchez tampoco es capa< de una alternativa de progreso, pues que se vaya también, Lo que nadie comprende esta parálisis de casi ocho meses de Gobierno en funciones que puede acabar con muchas alegrías-. Quien tenga una propuesta mejor que la exponga . Salgamos de este septiembre melancólico que solo conduce al tedio.

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