Ya está aquí la investidura

Kayros
01:00 • 20 oct. 2016

Es lamentable que un grupo de radicales, vestidos como para un baile de máscaras, no deje hablar a Felipe González en la Universidad. El promotor del cambio, el gran modernizador de España, es ahora silbado, corrido y puesto a los pies de los caballos, dicho sea sin querer ofender. Sin duda han influido en la impostura salvaje los últimos acontecimientos. Se ha dicho que la dimisión de Pedro Sánchez  después de que el comité federal aprobara  el “no es no” se parece bastante a un motín de palacio. Hoy ya parece que el triunfo de la abstención es un hecho y por consiguiente  Rajoy, si no ocurre algo inesperado, ocupará  la Moncloa después de dos elecciones y diez meses de Gobierno en funciones. Felipe González, quién lo diría, ha pasado a la oposición crítica y ahora se le acusa de derechizar su partido. ¿Qué puede pasar en adelante?. Presumiblemente cuando los conservadores tomen otra vez la riendas y comiencen los recortes, suba el IBI y bajen las pensiones, cuando crezcan las desigualdades y las clases medias tengan dificultades para llegar a fin de mes, cuando se repitan los crueles desahucios en medio de una batalla mediatica,aumentará también el descontento del pueblo  y ya no será suficiente culpar al  PP sino también  al PSOE. Tanto hablar de cambio y de Gobierno alternativo ha terminado como el rosario de la aurora dándole el poder al partido más corrupto de que tenemos memoria. Todo por miedo a unas terceras elecciones, como si consultar a la ciudadanía fuera el infierno. Ya veremos cómo quedan los socialistas después de pedir intensamente el cambio para terminar en brazos del PP. Y sobre todo, no olvidemos que los rechazos en la Cámara van a ser frecuentes como ocurrió ayer cuando el Gobierno del PP intentó vetar una iniciativa parlamentaria que implicaba un incremento de gasto. A quien se le da vía libre para que agite los tambores en la calle es a Podemos. Una agrupación que arrastra el sanbenito de no haber sabido leer la situación de este país en una coyuntura en que pudo gobernar la izquierda. Me pregunto de qué ha servido tanta reunión, tanta entrevista, tanto aparecer en los medios para no decir nada nuevo. Dicen que una de las razones fuertes para defender la abstención era que la izquierda aparecía como un galimatías inmanejable.







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