Hasta donde alcanza mi memoria, todos los años, más o menos por estas fechas, asistimos al mismo espectáculo mediático a propósito de los presupuestos de las instituciones del Estado, sean ayuntamientos, Junta o Gobierno central.
Estos días hemos tenido en Almería el adelanto de los Presupuestos de la Comunidad, ya consensuados entre PSOE y C´s, y que saldrán adelante próximamente, tras su paso por el Parlamento donde, como siempre serán desestimadas las alegaciones, totales o parciales, de la oposición, así como las posibles addendas con inclusión de conceptos o partidas “olvidadas” en el texto adelantado, con la continuidad tradicional de que, una vez más, los Presupuestos no vienen provincializados, con lo que nunca sabremos a que atenernos, con exactitud, el nivel de ejecución.
De nuevo vuelve a repetirse el mismo esquema. Los distintos consejeros de la Junta, acompañados de los delegados provinciales, han presentado las bondades de esos Presupuestos para Almería, capital y provincia, que vendrán a solucionar parte de las graves carencias que nos afectan, Temas como infraestructuras en sanidad, carreteras, en educación, en agricultura, ... vuelven a aparecer y vemos como se repiten año tras año, pese a que algunas se presenten como novedades, y que casi nunca se plasman en realidades concretas.
El juego se repite, porque, casi de inmediato, la oposición en Andalucía, básicamente PP, denuncia la falsedad e insuficiencia de los números presentados para tan ambiciosos objetivos, amén de resaltar los reiterados incumplimientos tradicionales.
A nivel estatal, y ya con el nuevo Gobierno recién constituido, los ciudadanos miraremos con expectación cuales serán los proyectos que nos presenten, en el caso de que al final este Gobierno sea capaz de sacar adelante un nuevo presupuesto para 2017, que ya no será dentro del plazo que la propia Ley exige. Si se aprueban, de nuevo se repetirá el mismo esquema, pero ahora al revés. El Gobierno del PP dirá que son los mejores posibles para Almería, teniendo en cuenta la especial coyuntura económica (sin fijarse demasiado en nuestras carencias y urgencias históricas) y a renglón seguido, la oposición, en este caso el PSOE, insistirá en que, otra vez, Almería es la gran olvidada. En definitiva, lo de siempre y mientras tanto los ciudadanos asistimos atónitos a la repetición del espectáculo.
Lo sorprendente, es que unos y otros, conocen (o deben conocer) cuales son nuestras necesidades más perentorias, sin embargo, les falta el más mínimo nivel de unión para trabajar conjuntamente por el interés general, unidos para pelear juntos ante Madrid o ante Sevilla, al margen de las disciplinas de los partidos, para que así se puedan ir resolviendo nuestros requerimientos históricos, cada vez más manifiestos en temas como el agua o las comunicaciones que, curiosamente, son las mismas preocupaciones por las que peleábamos ¡¡¡a finales del siglo XIX !!! En cualquiera de los casos, hasta que los Presupuestos no se liquidan no se conocerá el nivel de ejecución de los mismos y en eso ni la Junta ni el Gobierno central son especialmente ejemplares.
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