El error de Podemos

“También el interesado ha sido torpemente descriptivo al pretender justificar su acción: No hay beneficio”

Enrique Arias Vega
23:40 • 05 nov. 2016

Todos los dirigentes de Podemos se han lanzado en tromba a defender a Ramón Espinar tras hacerse pública su compraventa especulativa de un piso de protección oficial. 
Lo mismo hicieron en su día con los pagos en negro de Pablo Echenique, con el fraude fiscal de Juan Carlos Monedero o con el proyecto cobrado irregularmente por Íñigo Errejón. Mientras los presuntos incorruptibles piden en seguida las cabezas de sus rivales, antes incluso de que se demuestre nada, lo que ellos hacen no admite crítica alguna y menos aún de carácter ético. Como argumenta Pablo Iglesias en descargo del senador podemita Espinar, “eso es lo que hace cualquier persona”. ¡Toma ya!
También el interesado ha sido torpemente descriptivo al pretender justificar su acción: “No hay beneficio, lo que hay es una diferencia entre el precio de compra y el precio de venta”. Así que ya saben las empresas obligadas a pagar impuestos por obtener beneficios económicos: no hay tales, sino solo una inocua diferencia entre el precio de entrada y el precio de salida de sus productos.
Se equivoca, pues, Podemos al no reconocer los errores o los deslices de sus dirigentes. Mientras que hoy día los partidos tradicionales sueltan lastre a las primeras de cambio, la nueva formación se empecina en practicar antiguas estrategias que solo servían para amparar la corrupción y escandalizar a sus propios votantes.
Claro que, a lo mejor, lo que pretende decir Iglesias con “eso lo hace cualquiera” es que ellos solamente especulan con 30.000 euros y no con 30 millones. Pues así comenzaron también quienes terminaron con grandes corrupciones, por lo que la imagen que, a su pesar, da Podemos es que ellos empiezan cuando otros ya acaban.
Un error, pues, un inmenso error. 







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