Susana Díaz marca como prioridad el agua al nuevo gobierno de Rajoy

Ya en los tiempos de la oprobiosa, cuando Franco visitaba Almería las carreteras de nuestra provincia se llenaban de letreros que decían: ¡Más agua, más árboles! Han pasado más de cincuenta años, llegó la democracia, los dos grandes partidos han pasado por el gobierno nacional y los almerienses seguimos llenando nuestras carreteras con parte del mismo cartel, si es cierto que ya no pedimos más árboles (no sea que nos planten más pitas), el agua sigue siendo el gran protagonista de la reivindicación de este pueblo. Lo era en el pasado, lo es en el presente y lo será con mayor motivo en el futuro si queremos que Almería siga siendo un referente agrícola. La propia presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en su primera visita a Almería tras jurar como presidente de España Mariano Rajoy (con apoyo evidente por su parte), le instaba que una de las prioridades de su gobierno para con esta tierra tenía que ser solucionar el problema del agua que padece la agricultura almeriense.
A nadie se le debe olvidar que en los momentos de dura crisis es junto al turismo quien tira de la máquina del desarrollo andaluz. Uno agradece a Susana su preocupación actual (gracias presidenta), pero se echa de menos que no la hubiera tenido en los tiempos de ZP y su jefe entonces en Andalucía, Manolo Chaves, cuando el silencio lleno de ignominia cruzó de norte a sur a todos los hombres y mujeres que estaban bajo las órdenes de estos dos zotes políticos.
De ZP se podía esperar, de un caballa-andaluz no lo era tanto. Pero ahí estuvo presente su silencio y el de miles de camaradas en la comunidad andaluza. Claro que eran más duros los silencios de Almería, y si cabe los que presumían de rosa en la pechera en el levante almeriense. Oír trece años después de la derogación del PHN a la presidenta Díaz exigir una solución hídrica para esta provincia nuestra que se “muere” de sed no deja de ser una (), pongan lo más duro que se les ocurra y se seguirán quedando cortos, pero así es la vida. 
Soy el primero que piensa que me pongo demasiado “pesao” con el agua y el PHN, que lo tendría que olvidar, pero se me revuelve el estómago cuando los mismos que guardaron silencio cuando un botarate nos quitaba cien hectómetros cúbicos por temporada salen trece años después exigiendo soluciones.