No he sido yo, ha sido Sonia Ferrer la que se lo ha dicho al PP

Lo que el PP está haciendo con las obras del AVE es “macarrismo” político. Tengo que confesarles a ustedes que es la primera vez que he visto en letra impresa lo del “macarrismo” dedicado a la clase política. Estamos acostumbrados a que se les diga sinvergüenzas, ladrones, tontos de capirote, cipotes de la vela, estafadores, chupópteros, delincuente se ha escuchado en sede nacional, miserable en algún debate y hasta indecente a un presidente en funciones, pero lo de “macarrismo” no lo había escuchado. “Macarra”, según el diccionario, es una persona que vive de una prostituta. También chulo, proxeneta, camorrista, gamberro, pendenciero, hortera y hasta vulgar. Nos debería contar doña Sonia a qué acepción se acoge ella a la hora del “macarrismo” del PP con las obras del AVE. Lo que está claro es que la diputada del PSOE, al hablar de “macarrismo” está llamando “macarras” a los que lo practican, y estos, según ella misma, son los dirigentes del PP. Claro que no es lo mismo la acepción de gamberro, hortera o vulgar, que la de proxeneta o chulo que vive de una prostituta, como recoge el diccionario. No creo que los dirigentes del PP a los que dedica la señora Ferrer Tesoro lo del “macarrismo” tengan un casa de citas y de ella vivan. Por lo que sería necesario que aclarara concretamente a qué se refería cuando así les llamaba. Aunque sólo sea por higiene democrática.
Escuchar en la voz de doña Sonia lo de “macarrismo” no suena bien. No le queda. No deja de ser una horterada, una vulgaridad, una salida de tono. Como doña Sonia no es tonta y ha tenido una buena educación y ejemplo en su padre, un gran profesor por cierto, es de imaginar que tras decirlo se arrepintió de inmediato. Claro que pedir disculpas no es cosa de políticos, ellos a mantenerla y no enmendarla. Y esa es la tristeza que impera en nuestra sociedad, que tenemos a unos representantes que nos abochornan, nos avergüenzan e insultan con total impunidad. Y van a seguir, ya lo verán.
Si ese es el camino que va a tomar la dirección del PSOE para superar la crisis en la que anda metido tras el paso por la secretaría general del insultador profesional, me parece que no tiene un buen asfalto por el que transitar.  Allá ellos. Si el insulto va a ser la política de oposición del PSOE en Almería va a ser una pena.