Tomo la palabra en su sentido griego, es decir, como comediante, hombre que representa en un escenario un personaje y luego da el timo con otro. En una novela de Chesterton, creo recordar, los defensores de la ley y de la moral del pueblo eran ladrones. Imaginen los juegos de palabras que hacen falta para que el público entienda lo contrario de lo que se quiere decir. El señor Benavent, uno de los destapadores de la trama de corrupción valenciana, no se cansa de acusar al PP de hipócrita, “Mienten más que hablan” clama contra los Tartufos cuando él está a punto de entrar a declarar llamado por el juez. La familia de Rita Barberá pidió que no apareciese en las ceremonias fúnebres ni políticos ni representantes de las instituciones. No obstante los líderes del PP entendieron que se le podía sacar al acto luctuoso un beneficio doble de cara a la publicidad. Y allá que fueron desobedeciendo incluso a los deseos de la familia bajo la máscara de que eran amigos de la fallecida y de que la conocían hace muchos años. Pero lo que no entiende nadie es por qué se le dejó ir al grupo mixto como si fuese una apestada. Ella sí quiso al partido. Que el partido la quisiera a ella está por ver porque no es la primera vez que la maquinaria huyó por la oscuridad de los garajes cuando había que dar la cara. Al ciudadano no se le engaña tan fácilmente. Militantes del PP reconocen ahora que Rita ha sufrido un calvario pero hay quien piensa también que la puñalada que más duele es la que viene de sus propios correligionarios. Decir, como ha dicho Rafael Hernando que el PP apartó a Barberá del partido para evitar el linchamiento de las hienas no deja de ser una frase incendiaria más propia del un sectario que de un portavoz ecuánime. Las hienas estaban dentro de la agrupación y sin embargo hoy dicen no “tener mala conciencia” ¿Qué querían? ¿Que la oposición no denunciara unos de los más escandalosos y presuntos casos de corrupción? El acoso y derribo, el linchamiento, como dice Hernando, ¿ de dónde procede? Para ciertos sectores, la prensa tiene la culpa de todo cuanto ocurre, unas veces porque habla y otras porque sigue callada. Viendo la cara de tristeza de la exalcaldesa en vísperas de sus muerte, pocos pensarán hoy que estaba gozando de unas vacaciones en Jauja bajo la protección de Génova l3.
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