Intolerable que salgan a quejarse

El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, cree “impresentable” (sic.) la “politización” (sic.) de las recientes protestas por la sanidad que han sacado a las calles de Granada, Málaga y Huelva a varias decenas de andaluces exigiendo cambios en la gestión sanitaria de nuestro gobierno autonómico. Las “mareas blancas” sólo son buenas y justas si se dirigen contra el gobierno del PP. Para el máximo responsable de la sanidad andaluza, los responsables de esas manifestaciones son, al alimón, el PP y Podemos. La falta de medios, las pésimas planificaciones, las promesas incumplidas y los recortes de la propia Junta de Andalucía no han tenido nada que ver en este movimiento ciudadano, sin precedentes en Andalucía. La culpa es del enemigo político, que ha engañado al pueblo. Y va a ser eso, porque como he escrito más de una vez, la Junta de Andalucía y su constelación de afiliados, socios, dependientes y aspirantes viven en una zona de exclusión en donde no tienen cabida ni el error, ni tan siquiera la mala planificación. La Junta no rectifica porque es el mundo el que tiene que rectificar para acabar convenciéndose de que no hay más sol, ni más luz, ni más día que la doctrina que manden ese día desde Sevilla. Por eso al señor consejero (el mismo que dijo en Almería, muy serio, que un hospital que no figuraba ni tan siquiera en el presupuesto de ese año era para la Junta una “prioridad irrenunciable”) le parece impresentable que la gente salga a la calle a decir que creen que la Junta se equivoca. Pero por mucho que diga la Junta o sus consejeros, el movimiento social apunta maneras crecientes y amenaza a extenderse a otras provincias, (salvo Almería, naturalmente, que aquí sólo nos movilizamos en condiciones por el fútbol o por la suspensión de un concierto de Operación Triunfo, como me recordaba un amable lector) con lo que no se descarta que la Junta acabe haciendo caso a alguna de las peticiones de los impresentables y politizados manifestantes. A ver si en Almería tomamos nota.