Una Constitución ejemplar que debemos mejorar

Hoy, 6 de Diciembre, nos asomamos a nuestra Constitución más preciada: aquella de 1978 que ahora cumple 38 años. Desde Almería en el Tiempo queremos poner en valor la Carta Magna de los españoles porque es un reflejo de madurez de todo un pueblo y porque no pertenece a nadie en particular y sí a todos en general. Nos referimos a un momento histórico que viene a cerrar las heridas abiertas desde el inicio de la historia contemporánea: ese Siglo XIX que se debatió entre el militarismo y el constitucionalismo, que cambiaba a base de pronunciamientos militares y de Constituciones de partido, de luchas contra nosotros mismos e historias pendientes que desembocaron en un Siglo XX crítico en episodios de enfrentamiento radical que nos llevaron a la incivil lucha de unos contra otros para llegar a esa larga dictadura fruto de no haber superado nuestras diferencias de una manera civilizada. Pues bien, vino la democracia porque por una vez nos entendimos y fuimos capaces de llegar a un pacto sin violencia, sin exilios, sin querer destruirnos ni separarnos unos de otros, aunque sí respetarnos profundamente en nuestras creencias, diversidad cultural y lingüística; así como en nuestras costumbres, folklore y riqueza histórica que nos hacen crecer como país. Pasaron los años y llegó esta crisis económica con la búsqueda de una nueva identidad donde ciertos grupos y determinados políticos parecen olvidar las lecciones que da la historia y no saben vivir de forma sostenible, buscan la inestabilidad y nuevamente el enfrentamiento para disminuirnos como país. Lo vivimos constantemente en el día a día donde fácilmente comprobamos la falta de entendimiento de unos representantes que, desde luego, no buscan el bien común. Yo les sugeriría que lean la Constitución para respetarla y para descubrirla antes de pensar en las posibles y necesarias reformas que el futuro nos demanda. En el debate se observa cierta unanimidad en la necesidad de introducir cambios: es, por ejemplo, atemporal el hecho de que el varón siga teniendo preferencia sobre la mujer en la sucesión al trono; también podemos hablar de la urgente necesidad de convertir al Senado en una Cámara de gobierno de las Autonomías y de reducir el número de senadores o de incluso suprimirlo; es urgente, por otro lado, abordar la cuestión territorial y dejar claro el tema de las competencias para cerrar un Estado que podría caminar hacia un  Federalismo (la cuestión viene de si se diseña un modelo simétrico o asimétrico) que evite cualquier aventura independentista (con un pacto lingüístico y otro de financiación autonómica)…