Vigorosa reacción hemipléjica

“Fijémonos en lo cercano. Si rban y matan un perro en la perrera de Almería, el concejal del PP recibe un chorreo de indignados”

Jose Fernández
01:00 • 11 dic. 2016

Nunca deja de sorprenderme la extraordinaria capacidad del Observatorio Universal de Vigilancia Progre para reaccionar con vigorosa hemiplejía en la denuncia y crítica de comportamientos y actitudes de los considerados “enemigos de la causa de la libertad”, al tiempo que silencia o ignora comportamientos y actitudes simétricas de los considerados por ellas y ellos como “elementos proactivos de la lucha por los derechos sociales”. Es decir, la puñetera y cada vez más ridícula doble vara de medir que gastan algunas y algunos. Fijémonos en lo cercano. Si roban y matan un perro en la perrera de Almería, el concejal de Salud, que es del PP, recibe todo un chorreo de indignados e indignadas y las más severas reconvenciones de los sensibilizados y sensibilizadas. Un concejal de Izquierda Unida (concejal de Urbanismo, lo que deja clara una vez más la propensión de la coalición de izquierdas por lo social) de la vecina localidad de Rioja, es sorprendido intentando enterrar vivo a su caballo, y aquí paz y después gloria. Miremos ahora un poco más lejos. Al alcalde de Alcorcón, que es del PP, le ha caído encima una lluvia de peticiones de dimisión tras haber dicho que las feministas radicales, eran “unas amargadas, frustradas, furiosas y fracasadas”. Como cabría esperar, el feminismo se alzó con una única voz reclamando la salida, cese o destitución del hombre capaz de malparar la imagen de la mujer de ese modo. Especialmente emotivas resultaron las declaraciones de la portavoz local del PSOE, diciendo alguien así no merecía representar al pueblo, etcétera. Ayúdenme ahora, porque no me acuerdo. ¿Qué fue exactamente lo que dijeron las asociaciones feministas cuando el líder de Podemos, Pablo Iglesias, intercambió mensajes con sus compañeros diciendo que le gustaría “azotar hasta sangrar” a una presentadora de TVE? A lo mejor me equivoco, pero no hubo plantes, ni griteríos, ni peticiones de dimisión, ni manifestaciones. Pues algo estaremos haciendo mal -todos- cuando no importa más lo que se dice, sino quién lo dice. 







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