Cielos despejados con niebla

En la Biblia leemos aquella preocupante pregunta al guardia nocturno: “Vigilante, ¿qué hay de la noche?
En los primeros días de enero, ante la incógnita sin despejar de cómo será el año que entra, augures, sabios de la prospectiva, políticos, empresarios liberales y ciudadanos  se hacen todos la misma pegunta. En la costumbre tradicional de desear suerte reside esta vez un poquito de reserva como si no termináramos de creernos lo que nos dicen. Europa ya no es lo que era. Las verdades sobre las cuales se asentaba nuestro modo de vida y nuestra esperanza en el porvenir tampoco son las mismas de antes. Basta verle la cara a Donald Trump o a Putin. Aquí en España vamos a tener seguramente un año  bien movido de congresos en lo político, de  sonados casos de corrupción en lo económico, y de ruidosas manifestaciones callejeras por los recortes, el paro y la desigualdad estructural del sistema. Rajoy repite ahora que su intención es agotar la legislatura pactando todo lo que haya que pactar para mantenerse en la Moncloa. La necesidad del acuerdo se impone cuando no hay otro remedio. En la legislatura anterior pactaron bastante menos. Sin embargo en el PSOE advierten que no quieren ser los “sherpas” de la minoría conservadora y rechazan la “colaboración histórica” que les ofreció el Presiente a final de año. El éxito de algunas propuestas en el Parlamento, como la subida del salario mínimo un 8%, la mayor tacada desde el 1986 como condición a la aprobación del techo de gasto y del Presupuesto remitido a Bruselas. De este modo el partido socialista no renuncia a presentar una enmienda a la totalidad de las cuentas del Gobierno sin temor a que el Rajoy amenace con unas nuevas elecciones.
De modo que así está el panorama. En la calle  de lo que se habla es de otra cosa como la subida ridícula de las pensiones y de su no fácil  solución toda vez que cada día que pasa hay más pensionistas y menos cotizantes.
 Hay como una quiniela entre la gente por ver si el PSOE se sale con la suya de desmontar las leyes más arriscadas del PP como son la reforma laboral, la LOMCE que tanto ha dado que hablar y la señorona ley “mordaza” Suerte para todos.