La conciliación familiar, hasta ahora, era un tema nimio que no parecía estar en la agenda de ningún partido y al que se le restaba su verdadera importancia. Esta experiencia sin frutos nos coloca, una vez más, en el camino del acuerdo, es decir, que para lograr una verdadera conciliación familiar todos los políticos debemos entender que tenemos que trabajar juntos para alcanzar un equilibrio que, según expertos en economía y en sociología, resulta rentable. Es cierto, que la legislación sigue adoleciendo de elementos que faciliten esta conciliación, aunque se vayan dando pequeños pasos.
Tenemos que valorar la evolución que ha experimentado nuestra sociedad y, especialmente nuestra provincia, ante el importante incremento de la participación de la mujer en el mercado laboral. Desde los años 90, España ha aumentado de tal manera estos porcentajes que ha superado la media de las economías de la OCDE y la Unión Europea, hasta situarse en niveles alrededor del 80 por ciento. Esta mayor participación de la mujer conlleva nuevos retos para nuestras familias, entre ellos, el de la conciliación laboral y familiar. Muchas madres y padres quieren compaginar una vida profesional estimulante y una vida familiar gratificante, quieren pasar tiempo con sus hijos sin sacrificar su carrera profesional. Sin embargo, esto sigue siendo un reto en nuestra sociedad.
Si tenemos en cuentas los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, deducimos que existe una enorme diferencia en los indicadores que reflejan la tasa de actividad en hombres con hijos y en mujeres con hijos. A los hombres con hijos se les 'penaliza' menos que a las mujeres. Las diferencias son desproporcionadas, por ejemplo, los padres con hijos menores de cinco años tienen una participación activa en el mercado de trabajo del 98 por ciento, una cifra que baja al 80 por ciento en el caso de las mujeres.
Entiendo que, al igual que con la Educación, es necesario un Pacto Nacional por la racionalización de horarios y la conciliación laboral, con el objetivo de generalizar una jornada laboral más compacta y flexible. Actualmente se ha anunciado que las bajas paternales pasarán de dos a cuatro semanas para los padres en este 2017, un avance que lleva un marcado 'color naranja'. Pero tenemos que avanzar más en este reto, tenemos que incentivar un cambio cultural con la promoción de la educación en valores de igualdad e impulsar nuevos modelos femeninos a seguir, sobre todo en aquellos considerados normalmente como masculinos y hacer hincapié en fomentar activamente la igualdad de género dentro de la cultura empresarial. Esto es, promover una conciliación laboral y familiar de la que nos beneficiemos todos.
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