El cambio climático de Susana

Ya nadie se acuerda de esto, pero en octubre de 2007 la Junta de Andalucía invitó al ex vicepresidente USA, Al Gore, a dar una conferencia en Sevilla dentro de su gira mundial de ventas de su sombrío libro “Una verdad incómoda”, en la que anunció -muy serio- el inminente fin del mundo conocido a consecuencia del cambio climático. Una década después, vemos que el ahora enriquecido empresario de industrias contaminantes llevaba razón. Apenas 24 horas después de la demorada (14 meses) visita de la Presidenta Susana Díaz, las relaciones entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Almería comenzaron a experimentar un deshielo que amenaza con convertir al glaciar de tres décadas de retrasos y olvidos en una crecida de almíbar que inunda las portadas y las cuentas de twitter de los dirigentes socialistas almerienses. Qué armonía, qué felicidad y qué futuro tan pluscuamperfecto se adivina para la provincia de Almería después de la benéfica presencia de la presidenta Díaz entre nosotros. Pero es que, además, ella ha sabido explicar con la gracia que la caracteriza lo que es el cambio climático. “Había un clima de tensión con el Materno-Infantil y se ha reanudado la construcción de una instalación puntera para Almería”, escribió doña Susana en su red social favorita. Es decir, que se puede engañar, olvidar, marginar y burlarse de los almerienses durante años (recordemos que la Junta se comprometió a que ese centro estuviera funcionando en 2011) y venir luego a decir, tan pancha, que lo que había con ese hospital no era un retraso, ni una desvergüenza, ni tan siquiera un fallo. Lo que había era un “clima de tensión” propiciado por los insurrectos que, con el fin de desprestigiar la intachable hoja de servicios de la Junta con Almería, se atrevían a recordar a ellas y ellos que estaban incumpliendo reiteradamente lo que ellas y ellos habían prometido. Pues mientras haya almerienses dispuestos a seguir tragando con esto, ya saben lo que toca.