Quiero un mundo en paz

El 30 de Enero, celebramos  el Día de la Paz. En el ámbito educativo esta fecha conmemorativa cobra una dimensión fundamental durante todo el curso. La Paz supone un valor transversal en la tarea docente y a edificarla en el día a día debemos volcar nuestros mayores esfuerzos. Juntos por la Paz, sin el ruido de la guerra, trabajamos profesores y alumnos una serie de actividades y los chavales fabrican lemas, leen manifiestos, debaten ideas y proponen soluciones buscando ese anhelado “minuto de paz en el mundo”. A continuación, reproduzco algunos deseos que emergen del corazón de estos chicos llenos de vida e ilusión:
“Hoy me he puesto a pensar en las víctimas de la guerra, en todas esas personas que perdieron la vida porque sus superiores no estuvieron de acuerdo en pactar alguna clase de tregua y, por su culpa, ya no están con nosotros”. 
“No pretendo dirigirme a los líderes del mundo, pues mi voz no sería capaz de hacerles cambiar. Así que me dirijo a todas las personas que aceptan la violencia y rechazan la paz. Espero que mejoréis como seres humanos, que penséis en las consecuencias y en las personas afectadas por vuestra aceptación de esta violencia” 
 “Esta mañana muy temprano, como cada mañana, ha sonado el despertador en todos los rincones del mundo; desde el poderoso Nueva York hasta el perdido Congo, desde la lejana Australia, pasando por Pekín, al empobrecido Marruecos, hasta rozar las transparentes orillas de nuestra pequeña Almería…Sigue sonando, cada vez más fuerte, hasta que al fin la Paz despierta. Es su día, su cumpleaños y, por eso, estamos todos aquí, para expresarle nuestro apoyo y cariño, para desearle fuerzas,… ¡y que viva muchos años más…!. Como sentía tanta curiosidad, le pregunté y ella me contestó entre tiernas palabras: Niña, gracias a todos por estar aquí; por comprender que las vidas que presencio no merecen el silencio; gracias por desearme fuerzas pero fuertes y valientes tenéis que ser también vosotros ya que si os queréis me querréis a mí y ese es el mejor regalo que podéis hacerme, y eso sí, nunca dejéis de soñar y dejad que vuestros sueños se conviertan en el propio guión de vuestras vidas”. “Las guerras nacen en las mentes de los hombres y  es en las mentes de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la Paz.”
Desde Almería en el Tiempo, como mis alumnos, yo también me quiero sumar a la lucha por una paz tantas veces derrotada y tantas veces maltratada con la esperanza de que un día suene el despertador de la no violencia.