La sección tercera de la Audiencia Nacional ha decidido que el juez del caso Bankia cite como investigados al ex gobernador del Banco de España, al ex presidente de la CNMV y otros altos cargos de estas dos instituciones. Por cuatro veces la principal acusación lo había solicitado y se le había denegado. El auto de la Audiencia es implacable al hablar de indicios múltiples de criminalidad en su actuación y relata los diversos informes de la Inspección y correos que, por ejemplo, Miguel Angel Fernández Ordóñez recibió y que desaconsejaban claramente la salida a bolsa de la entidad financiera. Uno de esos correos alertaba sobre la posibilidad más que palmaria de que si realizaba la operación el final sería el rescate, como así sucedió. Además, el Congreso ha aprobado una comisión de investigación sobre el caso Bankia, a petición de Podemos y PSOE, que está claro que ha dejado a Fernández Ordoñez a su suerte. Otros grupos como Ciudadanos va a solicitar que la comisión se extienda a otras operaciones con Cajas de Ahorro, como la de Cataluña Caixa, presidida por el ex vicepresidente del gobierno con Felipe González, Narcís Serra, y cuyo rescate le costó a los españoles proporcionalmente más dinero que la propia Bankia.
Lo que por fin parece que va quedando claro es que tanto MAFO como Segura no hicieron bien su papel de reguladores, desoyeron las recomendaciones y permitieron una operación que costó a los contribuyentes más de 22.400 millones de euros. Su papel fue evidente. Digamos que por lo menos hicieron oídos sordos a sus servicios de inspección, a sus funcionarios y que permitieron un enorme quebranto al Estado, pero también a los accionistas que confiaron en que la salida a bolsa contaba con todas las bendiciones para ser exitosa.
En todo caso, en esta operación falta el papel de un peón fundamental que fue el gobierno de Zapatero y más concretamente de la responsable de Economía, Elena Salgado. Se sabe que fueron muchas las empresas del IBEX 35 que recibieron llamadas "invitando" a participar en la salida de Bankia al mercado. El gobierno quería que la operación fuera exitosa y no dudó en "presionar". Muchas de esas "peticiones" no se contestaron. Por ejemplo, BBVA declinó participar en esa operación. Es de suponer que conoció y estudió a fondo los libros de Bankia y los informes que existían sobre su escasa viabilidad. No hay que olvidar que hasta responsables de la auditora están también siendo investigados por la justicia.
Vamos a ver si de estos pasos judiciales y de esta comisión parlamentaria sale luz y sobre todo si por el Congreso van a pasar todos los que realmente tuvieron algo que ver y que en su momento no hicieron bien su trabajo o incluso, como el gobierno de Zapatero, se empeñó en que la operación saliera a pesar de los múltiples informes que lo desaconsejaban o qué ocurrió con esas presiones que algunos presidentes de grandes compañías recibieron. Con cinco años de retraso, pero se abre una ventana para despejar todas las dudas sobre este asunto en el que Rato tocó la campana en el parqué madrileño, pero porque otros muchos lo permitieron cometiendo un delito o no, eso lo dirán los jueces.
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