Día de Andalucía Almería es la provincia que más ha aumentado su peso económico

En los años de la autonomía. El titular nos lo daba en el Teatro Cervantes la consejera de Agricultura del Gobierno de Susana Díaz, la almeriense María del Carmen Ortiz. La Junta entregaba distinciones a ocho almerienses por la celebración del día de la comunidad, entre ellos a los compañeros Miguel Naveros y Pepe Mullor. Normalmente los que nos dedicamos a escribir sobre las alegrías y penas de nuestros políticos no recibimos su reconocimiento, por lo que me alegro de que Naveros y Mullor pasen a la pequeña y corta historia de los que pueden presumir de ello. Enhorabuena, colegas. ¿Qué nos quería decir doña Carmen con la frase citada en el titular? ¿Quizás que si no hubiéramos tenido la autonomía andaluza Almería no habría conseguido ser el puntal en que se ha convertido en agricultura y en expansión económica? Los enarenaos y los primeros invernaderos, doña Carmen, llegaron a nuestra provincia bastante antes que las autonomías regionales. Decir que el potencial económico de Almería se debe a los años de autonomía andaluza no creo que sea del todo cierto. Que la autonomía y los gobiernos de la Junta han debido influir en la economía almeriense es algo evidente, llevamos muchos años, algunos creen que demasiados bajo el peso de la misma bota, pero otros ciudadanos que por aquí viven, han visto y ven en la Junta un factor limitante para el desarrollo provincial. La autonomía de las regiones se nos vendió como un acercamiento de la política a los ciudadanos, al cabo de treinta años vemos que para lo único que ha servido es para separarnos a los unos de los otros, no poder viajar por el resto de España por culpa de una tarjeta sanitaria regional que nos divide, leyes y más leyes que separan vidas y ponen fronteras entre viejos vecinos. Para lo único que han servido las comunidades (es de justicia reconocerlo): para que unos cuantos cientos de políticos vivan, viváis a costa de los impuestos del resto de los españoles. La ilusión de un pueblo en aquel 4 de diciembre o la del 28 de febrero se ha ido disolviendo como un azucarillo en el café de la mañana. Pero bueno, ahí está el canalillo para levantar y cantar los himnos patrios de esta vieja Andalucía a la que algunos no la dejan que se enfrente con su futuro. Vamos a cantar que tenemos un color especial y a olvidar las penas.