Ciudadanos

Es preciso replantearse el cómo y el por qué de aquel primer éxito electoral de Ciudadanos, cuando carecía de toda infraestructura organizativa y pocos sabían quién era. El nombre lo dice casi todo. Eran individuos libres, no pertenecientes a ninguna autonomía ni grupo nacionalista. Para ellos la única nación englobadora era España. Aunque defensores de los valores de Cataluña como región, se sentían orgullosos de formar el llamado mosaico de la raza. Naturalmente fue un gran éxito su primera salida a las urnas como propuesta electoral. Tanto que el éxito regional fue tomado como modelo para extenderlo a toda la piel de toro . Albert Rivera se transformaría pronto en el candidato con más proyección y con más posibilidades de triunfo. Los medios informativos reconocían en este joven que utilizó el desnudo como propuesta propagandística , habida cuenta de la parálisis creativa que ofrecían las demás fuerzas políticas. A la sazón Rivera representaba un impulso nuevo pasa sacar adelante la carreta del Estado. En aquel tiempo el PSOE no se aclaraba en medio de la crisis interna ya vieja. Podemos, todavía sin demasiada definición, no sabia aún con qué carta quedarse dudando entre los consejo de Anguita o la siempre complicada estrategia de unir a la izquierda. Ciudadanos llamó la atención por su impulso voluntarista de de llevar adelante los pactos necesarios y criticando así las dos consultas que fracasaron. En aquellos años se decía que una tercer escrutinio hubiera resultado una vergüenza para este país. Después vimos que había vergüenzas mayores. Como se sabe, Ciudadanos llegó a pactar con el PSOE. Más tarde lo haría con el PP, Gracias a ello nuestro Presidente pudo al fin ocupar la Moncloa. Pero andaba por medio el problema de la corrupción. Aquí Ciudadanos presentó sus propuestas como “conditio sine que non” pero pronto se amansaría por el tactismo de los conservadores. El PP se refugiaba siempre en el peligro de la secesión catalana. Al fin y al cabo Ciudadanos no es más una agrupación de derecha moderada. De aquí nace su humildad cada que vez el PP le llama para formar un pacto. Los almerienses lo sabemos bien por la historia de los plenos municipales donde Amat siempre se salva.