No deja de ser altamente sorprendente que el PP, el partido más carcomido por la corrupción, sin posibilidad de comparación alguna, sea al mismo tiempo y en estos momentos el partido más fuerte, sin esas divisiones internas que atormentan a otros, como PSOE y Podemos. La explicación de que eso se debe a la falta de libertad interna o a que "el que se mueve no sale en la foto" no es satisfactoria, así lo veo, con lo que me quedo con las luces apagadas para encontrar alguna razón. En cualquier caso, ya se ve cómo se las arreglan para ser los gallitos del panorama, mientras que los demás desgastan energías y tiempo en disputas y majaderías por dentro. Y vemos a Rajoy cómo se sale siempre o casi con la suya, como de momento se ve en el caso del presidente de la región de Murcia, a la espera de lo que definitivamente decida Ciudadanos, que sigue en el dilema de aguantar, o plantear moción de censura u otra salida. No sé qué pasaría si lo que están haciendo el PP y Rajoy con lo de Pedro Antonio Sánchez se atrevieran a hacerlo el PSOE o Podemos: tal vez que se echarían encima el diluvio universal de los políticos, los medios y sabe Dios qué más.
Nada que ver, por ejemplo, con lo que ocurre en Francia con el caso Fillon, pese a que sea la esposa de éste, no él mismo, el origen del escándalo. Las varas de medir pueden ser tan distintas que hacen irreconocible incluso la relación más clara y meridiana. Y aquí lo que hacemos al final siempre beneficia al PP, no me pregunten cómo eso es posible. Los socialistas se pelean, sacan sus candidatos enfrentados de verdad, porque supongo que Susana Díaz no se lo va a perder. En Podemos no saben defenderse bien de las acusaciones de la Asociación de la Prensa y además se empecinan en no entender por qué a ellos les pasa lo que les pasa y a los demás no. Y Ciudadanos prosigue por la senda de las incoherencias y las contradicciones, sin recapacitar por qué no avanzan nada ante la opinión pública. Parece que todos se confabulan para servirle al PP y a Rajoy en bandeja todos los triunfos, sin que al final nadie entienda por qué o cómo eso es posible. Lamento que hoy no haya sido uno capaz de encontrar una guía para el lector. Otra vez será. Y la corrupción PP sigue y sigue. Auditorio, Gürtel, Púnica, Correa, Rato...
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