Estudiantes en la calle

Míralos, míralos, hoy como ayer. La Plataforma por Escuela Pública llama a manifestarse por la derogación de la reforma de la ley educativa que hiciera el PP. Las negociaciones del Gobierno n o contentan a nadie, al parecer. Y otra vez padres, alumnos y profesores- qué remedio- se echan a la calle a protestar. Piden sobre todo una ley menos política y más social. Por lo que se ve aquí no somos capaces de pactar una ley que contente a la mayoría. Probablemente metimos demasiada guerra civil en las carteras de los alumnos. Véase sin ir más lejos lo que ocurre con la religión. Por su puesto el Gobierno sigue pensando que la huelga e innecesaria pero si no salen a la calle las banderas parece que no se moviera nada. Desde el año 2012, según el computo de la prensa, van 24 jornadas de protesta estudiantil ; los que seguimos esto desde el final del franquismo, tenemos la impresión de que la noria da vueltas en el mismo sitio hasta la eternidad, Así , por ejemplo, los sindicatos hablan de un 55% de seguimiento de la huelga. En cambio el Gobierno le quita importancia y dice que solo tuvo una mínima incidencia. Nadie nos convencerá a estas alturas de que el asunto educativo carezca de importancia. Por tanto, seguiremos informando aunque se nos moteje de repetidores un año y otro. En síntesis, los huelguistas reclaman la derogación de la controvertida Lomce. una ley que lleva cuatro años de vigencia y no ha hecho otra cosa que servir de piedra de escándalo de unos y otros. Se pide la recuperación de 30.000 docentes perdidos durante la crisis. Se pide también que se cambie el sistema del reparto de becas. Etcétera. Estas han sido las reivindicaciones más aireadas por la mayor parte de los alumnos en la mayoría de los recintos universitarios donde cundió la movilización.
Hay quien cree, no obstante, que los verdaderos problemas que padece nuestra enseñanza en el mundo actual se reducen a beca y tasas. Es algo mucho complejo que exigen “ una adaptación a un nuevo entorno global, digital, posindustrial, multicultural y altamente incierto” como dice el profesor Mariano Fernández Enguita, Sea como fuere es preciso facilitar la educación a las clases económicamente débiles si lo que se busca es una sociedad menos injusta y desigual.