¿Ésta es toda la cera?

Como Pedro Sánchez, Patxi López y Susana Díaz sean toda la cera, mal y poco va a arder e iluminar la solución de los problemas del PSOE y de España. &iquest

Fausto Romero-Miura Giménez
01:00 • 19 mar. 2017

Mal y poco va a arder y, menos, a hacer luz.
Susana Díaz ha sido la última en anunciar que anunciará que se presentará a las primarias para elegir al Secretario General del PSOE, con lo que se ha completado el trío de aspirantes.
¿Alguno de los tres tiene entidad, esencia, sustancia para dirigir el Partido que durante más años ha gobernado en democracia en España y que la metió en el mundo y en la modernidad?
Un partido que tuvo como dirigentes a Fernando de los Ríos, Prieto, Besteiro, Gómez Llorente, Solana, Felipe González... 
El centenario PSOE podría decir, con Benedetti, ¡quién me iba a decir que mi destino era esto! 
Siempre he manifestado mi preferencia por el bipartidismo político: dos grandes partidos que garanticen la alternancia en el poder. Las dos ruedas que una bicicleta necesita para andar.
El primero en saltar al ruedo fue Patxi López. Es triste que haya personas que no conozcan sus límites. ¿Cómo puede este hombre pretender gobernar España como Presidente del Gobierno? Es el mejor ejemplo que conozco de que tiene razón Lavinia Petti cuando escribe que “es difícil acordarse de olvidar” Porque Patxi tiene mucho que olvidar: por ejemplo, los resultados funestos para el socialismo de su etapa como lehendakari, el único no nacionalista, investido gracias al apoyo gratuito del PP. El PSE-EE, obtuvo 25 diputados y  318.112 votos, el 30’7%. Tras su Gobierno, 19 diputados y 211.939, votos, superado por EH-Bildu, con 21 diputados y 276.989 votos. Ese fue su éxito funesto como gobernante.
... Por no hablar de su brevísima etapa –seis meses- como el más inepto Presidente del Congreso de los Diputados, por entonces inactivo.
Con ese bagaje, ¿puede aspirar esa criatura a ser Secretario General del glorioso PSOE y, luego, Presidente del Gobierno de España?
El segundo, por orden de aparición, fue Pedro Sánchez,  el mutante, el rey de los records, el hombre que consiguió llevar al PSOE no ya a su suelo, sino a su subsuelo: en su etapa de Secretario General, perdió todas las Elecciones y, lo que es peor, empeorando de una a otra. De los 202 diputados, 10.127.392 votos, el 48’11%, de Felipe González bajó a los actuales 5.424.709, el 22’66% y 85 diputados.
Pese a ello, como estaba encantado de haber conseguido “un resultado histórico” no dimitió, y sus compañeros tuvieron que echarlo por la puerta falsa.
Con ser todo ello muy grave, tanto que el poco sospechoso El País editorializo “Sánchez ha resultado no ser un dirigente cabal, sino un insensato sin escrúpulos que no duda en destruir el partido que con tanto desacierto ha dirigido antes que reconocer su enorme fracaso...”,  para mí lo descalificó su tremenda incultura histórico/política, de la que dio muestra, impúdicamente, cuando dijo en televisión, dirigiéndose a los jóvenes, que habían sido los socialistas quienes aprobaron la Ley del divorcio, que fue promulgada por el gobierno de Calvo Sotelo, de UCD, el 7 de julio de 1981, un año y cinco meses antes de que Felipe González, del PSOE, fuese investido Presidente. Y si lo sabía y trató de engañar, es mucho peor aún.
Ahora, el “no es no” se ha transmutado en “sí es sí”  mostrando que la coherencia ético-política de su ideología se inspira en Groucho Marx: “estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”.   Por ello, hoy defiende que España es una nación de naciones, el sí al referéndum catalán y su deseo de aliarse con Podemos –el que se burló de él- en un frente de izquierdas.
¿Quién reconoce a ese PSOE que propone?
Es verdad que la socialdemocracia atraviesa muy malos momentos –el tortazo de Holanda ha sido trágico: de 38 diputados ha bajado a 9: ha perdido el ¡76%!- pero  políticos como Pedro Sánchez -un hombre turbio, sólo leal a su ambición desquiciada- pueden acabar por enterrarla. 
La tercera, en fin, parece que será Susana Díaz. 
El histórico periodista Pepe García Abad dijo en televisión que Susana, según un viejo socialista que la conoce bien, es una peronista rociera. Me parece una definición magnífica, que cuadra muy bien con la etimología hebrea de su nombre: graciosa azucena. 
Como ciudadano almeriense que padece vivir en Andalucía, mi juicio como gobernante no es positivo. ¿Que es nacionalista españolista? ¿Y quien gestiona? ¿Cómo están Andalucía y Almería?
No entiendo, sin embargo, que se le hayan tirado al cuello pidiendo su dimisión como Presidenta de la Junta de Sevilla: Felipe y Zapatero, Calvo Sotelo y Aznar, compatibilizaron la jefatura de sus partidos con la presidencia del gobierno.
En fin: como esta sea toda la cera, poco va a iluminar la solución de los problemas el PSOE y de España.
¿No hay en el PSOE un político cabal?


¿Elecciones en verano? A partir de mayo Rajoy puede convocar Elecciones generales. Nada me extrañaría que lo hiciera: tal vez haya sido mortal el revolcón del Decreto de la Estiba, la primera derrota en un asunto de esta envergadura que sufre un Gobierno desde 1979. La traición del veleidoso Ciudadanos - que la noche antes le garantizó sus votos-; el chantaje -digamos- que le está haciendo en Murcia, y ¡qué decir si Pedro o Patxi ganan en el PSOE, pueden llevar a Rajoy a convocar Elecciones para –pensará- gobernar con solidez.


El populismo, frenado Las encuestas temían que ganase en Holanda Geert Wilders, ese señor tan cabezudo platino, populista, antieuropeista, ultradechista y xenófobo, pero, afortunadamente no ha sido así, aunque ha quedado en segundo lugar y ganado cinco escaños más, aunque trece menos que el Partido liberal, ganador y que gobernará en coalición.
Tengo la esperanza de que ese frenazo impida el efecto dominó populista que se anunciaba en Francia y Alemania,  que en Europa se reinstaure el sentido común y se decida a ser una Unión.




Casa Blanes Hay pecados con los que se gana el cielo y se está en la gloria si se peca como Dios manda. Por ello, cuando decido vencer la tentación cayendo en ella, como aconsejaba Oscar Wilde, voy a “Casa Blanes”, mi pecatorio, la más clásica tienda de lo que antes se llamaban ultramarinos y hoy delicatessen, y peco. ¡Hay de todo lo imaginable! Y con María Jesús y Antonio, magníficos y amabilísimos profesionales, no desdeñamos echarnos unas risas a costa de mis pecados. ¡Ay, las patatas fritas de “El Chaparro”!


 






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