Incoherencias

El caso de Ramón Espinar merece comentario aparte- La tele no se ha cansado de emitir su imagen sentado a una mesa bien abastecida. Con dos elementos para su entera comprensión. Una que Ramón Espinar es un alto cargos de Unidos Podemos., Y dos que hombre predica el boicot a la venta de Coca Cola en el senado. La incoherencia implícita nace de ver dos botellas de este brebaje en el centro de la mesa. Se supone que quien habla, no cumple lo que dice. Y la derecha no ha tardado en ponerlo de relieve , faltaría más. Para los compañeros Pablo Iglesias y Echenique la cosa no tiene mayor importancia. Ya que todo fuera beberse dos coca colas aunque uno fuera enemigo de la misma. Incoherencia de la gorda la tenemos en el PP. Parece que no le afectara la corrupción. Espera gobernarnos por mucho tiempo pese a los numerosos pudrideros que tiene aquí y allá. Incoherencias múltiples en el llamado “Caso Murcia. Dimitió, por fin, Pedro Antonio Sánchez pero el de Puerto Lumbreras sigue como diputado y al frente del partido como si no hubiera pasado nada. El presidente que toma el relevo es de su máxima. confianza. Aunque la caída se considere un triunfo de la ciudadanía murciana, no podemos decir que estamos ante una derrota sin paliativos. Me uno a la teoría de los que piensan que en este país fracasan los aparatos gubernamentales que intentan evitar la corrupción. Un punto más en el grado de incoherencia y nos topamos con la trama Eldense. Oficiada, al parecer, por la mafia italiana. Tampoco el futbol español se priva de estas supuestas historietas de enriquecimiento rápido. Sabremos más del asunto conforme se vayan aclarando las responsabilidades. Por el momento solo nos queda verlos como presuntos sospechosos, Y ya en el colmo de la brutalidad inhumana está el despiadado ataque químico en Siria. Hace tan solo un par de días escribíamos sobre el problema de Siria y el Pacto de la Vergüenza. Ver a las mujeres y a los niños semiagonizantes bajo los bombardeos indiscriminados nos dispensa de cualquier lirismo sentimental por convincente que éste sea. Que pare la guerra entre los cerezos en flor. Que se sienten a dialogar y borren de una vez la incoherencia de los que dicen defender los derechos humanos.