Paso al desastre

El ex primer ministro de Francia, Manuel Valls, acaba de decir que el socialismo galo está muerto. De gobernar el país a quedarse solo con el 6 por ciento de los votos da idea de que batacazo final.. Pero eso no es lo peor. La agilidad mental del catalán le empujó , como saben , a pedir acogida in extremis dentro el partido de Macron . Hoy dicen que Valls está en tierra de nadie . Se especula con su expulsión tanto del socialismo como del liberalismo triunfador. Así mientras no cesan las alabanzas a la visión política del joven mandatario, decrecen las perspectiva de triunfo en el socialismo cansado y cansino de Holande a quien la crisis económica y el terrorismo yihadista han amargado la vida . En España las cosas van por un derrotero semejante. Los tres candidatos sometidos al tragín de las primarias se preguntan diariamente por el socialismo de izquierdas. Como ha dicho un autor, parece que les interesara más ser de izquierdas que ganar las elecciones. En modo alguno desean que les ocurra lo de Italia, Grecia, Holanda y Francia, pero al mismo tiempo no saben cómo solventar el problema de la incomunicación sin salirse del “ no es no”. La fortaleza moncloíta de Mariano Rajoy es la desunión de los grupos progresistas. La gente se pregunta cómo es posible que el PP siga ganando elecciones aún cuando descienda en votos pese a lo que vamos sabiendo sobre la corrupción. ¿ Quién hace imposible la unidad de la izquierda? ¿ Quién está interesado en hacer desaparecer al PSOE solo por el taimado deseo de hacerlo desaparecer? ¿ Y quién puede dudar de que toda la vida de este partido presenta un maravilloso relato sobre la igualdad y la redención del hombre como transformador de la naturaleza? Entonces ¿ por qué discutimos tanto? ¿Vamos a dejar que nos rediman los populismos engañosos? Habría que preguntarse qué resulta en este momento más seductor si la socialdemocracia o el progresismo de izquierda teniendo en cuenta que quedó obsoleta la dupla derecha-/izquierda. Hay quien dice que los socialistas se desgarran por la derecha ( Valls) y la izquierda ( Hamon). Esperamos noticias.