El IEA, despojado de su identidad

Miguel Ángel Blanco
01:00 • 18 may. 2017

El Instituto de Estudios Almerienses (IEA) se ha quedado sin la poca autonomía que le quedaba. La dimensión cultural como pilar social independiente y base del pensamiento crítico suscita recelos en el espacio político. Por eso el pleno de la Diputación provincial, desde el prisma político del Partido Popular que la gobierna, ha cerrado el círculo sobre el IEA, al aprobar la adscripción al Área de Cultura de la Diputación, cosa que de facto estaba ocurriendo desde la anterior corporación, para qué vamos a engañarnos. Y aunque la oposición ha pedido que ese paso se dé contando con el plenario del IEA dudo mucho que se vaya a producir. Y si se convoca el plenario, difícilmente el peso de la opinión de los miembros del IEA conseguiría que el Instituto recupere la autonomía perdida desde hace ya mucho tiempo. La voluntad política de quien gobierna va por otro lado; aporta y controla el presupuesto del IEA, y ‘quien paga manda’. Razones presupuestarias y razones políticas, tanto monta.
Se ha producido, pues, lo que ya vaticiné hace dos años en otro artículo (“El IEA, tergiversado y bajo control”, La Voz de Almería, 14 de octubre, 2015), a raíz del convertir la figura del director en asesor adscrito al Área de Cultura. Este paso suponía en realidad, “cambiar de rumbo la orientación cultural del Instituto, incumpliendo los Estatutos”. Según el artículo 1 de los Estatutos: “El Instituto de Estudios Almerienses de la Diputación Provincial de Almería (IEA) es un Centro de Estudios Locales que, mediante el estudio, la defensa , investigación y difusión  de la cultura almeriense, tiene como fin  propiciar y fomentar el desarrollo científico, cultural, artístico y socio-económico de la Provincia de Almería”. Y creo que después de todo lo que ha estado pasando y pasa, dudo que ese objetivo se esté cumpliendo en toda su dimensión. La deriva del IEA se ha transformado, en líneas generales, en dar prioridad absoluta al encuentro con los pequeños pueblos de la provincia.
Tras lo acordado por el pleno de la Diputación, opiniones periodísticas y de sectores culturales coinciden en que el IEA ha sido disuelto. Ya se han producido algunas reacciones, como la del colectivo Poetas del Sur, o el análisis crítico del periodista Kayros, en este mismo periódico. Aunque también hay criterios dentro del IEA que consideran que este paso no va a afectar a la convocatoria de actividades (¿qué actividades?), aunque eso sí bajo el control estricto del gobierno provincial. Se asegura que el IEA mantendrá los departamentos con sus responsables al frente y se mantendrá la figura del asesor-director. Pero ya no es lo mismo.
De momento, tal como están las cosas, el IEA difícilmente puede ‘fomentar el desarrollo científico, cultural, artístico y socio-económico’ en la provincia. De seguir así, está condenado a desaparecer, si no es éste el objetivo marcado por el gobierno de la Diputación. Y si no, al tiempo”. Y parece que ese tiempo ha llegado o está a punto de llegar. 
El IEA ya no es lo que era, poco queda del espíritu fundacional, con  la propuesta de la Comisión de Cultura de la Diputación (24 de julio, 1980), “ante la necesidad de aglutinar y programar las inquietudes y necesidades culturales y científicas de nuestra provincia”. El primer Consejo de Dirección del IEA se aprobó el 31 se octubre de 1980. Y el 30 de abril de 1982 se aprueban los Estatutos. Y 37 años después del inicio, de aquel entusiasmo cultural, con sentido crítico de la realidad, , ya no queda nada. El IEA, para qué engañarnos, ha sido desposeído de su identidad propia. Y ahora empiezan los preparativos para conducirlo al cementerio cultural de Almería. Cuestión de tiempo.


 







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