El PSOE pide arrepentimiento por el daño y el PP por el olvido

¿Cuándo nos vamos a cansar los ciudadanos almerienses de prestarles nuestros votos a unos y otros políticos que no son capaces de reconocer lo que le han hecho a esta provincia a lo largo de los años en que han estado o están en el poder? Almería fue olvidada y dañada durante los más de 20 años que el PSOE estuvo en el poder central, con una “puñalada trapera” por parte de un gobernante que debería haber recibido el nombramiento de persona no grata en el campo almeriense. Al negado de Zapatero no lo olvidaremos nunca por aquí, por muchos años que pasen. Para una cosa buena que se esperaba de Aznar para Almería, el Plan de Agua Nacional, va este bobo solemne y se lo carga. Y de los olvidos de la Junta ¿qué? hoy no tocan. A los señores socialistas no les hemos oído ni leído ni una sola crítica a la derogación del Plan Hidrológico Nacional, ni una, oiga, ni una. No se han arrepentido y lo que es más grave, no se van a arrepentir nunca. Son muy suyos los socialistas.
Son los mismos que le piden a los populares que se arrepientan del daño que le han hecho durante estos años de gobierno de Rajoy a Almería. Tampoco lo esperen ustedes de los populares. Aquí no se arrepiente nadie. Si orgullosos son los socialistas, por el mismo camino andan los populares. ¡Tal para cual! Con una clara diferencia en las obras, daños y olvidos recibidos por nuestra provincia: El corredor y su caballo de hierro llegará algún día, con infinito retraso, cierto, pero llegará, como ocurrió con la A-92, lo que no llegará a Almería, a lo que no se atreverán los políticos (por cobardía) es a poner en marcha un nuevo plan hidrológico nacional. Eso, desgraciadamente, no lo verán los campos e invernaderos de la provincia.
Intentaron convencer a los ciudadanos con el plan agua de desaladoras (nos lo vendió la señora Narbona ¿recuerdan?, la añoran mucho por Carboneras), pero ahí tienen a las famosas, la mitad no funcionan, otras al cincuenta por ciento y las hay que están sin acabar. 
Y nadie se arrepiente. Desde el 2005 teníamos que tener el AVE, eso dijo por lo menos el entonces ministro Rato, y aún tardamos once horas en llegar a Valencia por tren. En cuanto a Madrid, ya conocen el Talgo que nos han traído. Pero aquí nadie pide perdón. Y de arrepentirse nada. Ni PP ni PSOE. ¡Políticos!