Y ahora Andalucía

Las derrotas tienen la rara virtud de resituarnos ante la realidad. Tras su batacazo de primarias, la presidenta ha pronunciado una frase que le honra. Es ésta: “Y ahora Andalucía” La oposición ,  el PP en este caso, ha venido recordando a los socialistas que  la hija del fontanero andaba en otra cosa. Presentarse a dirigir el PSOE nacional suponía abandonar la dirección de la Junta. Al menos eso repetían los del PP  de Despeñaperros para abajo.  Y no. No tiene por qué ser eso  así . 
Ciudadanos, partido asociado al proyecto PSOE parece estar  satisfecho hasta ahora  con la gobernanza de Susana. Lo corrobora el señor Marín. Lo bueno en todo caso , al margen de lo que piense  Carmen Crespo, es que ahora habrá más tiempo para fijar el foco  en los problemas  de la autonomía. Qué grande y que hermosa es nuestra  tierra. Un partido que lleva más de treinta años gobernando  a los andaluces debe estar manteniéndose por algo. Ya no vale aquello del voto subsidiado. Aquí la memoria histórica funciona  en el sentido que le  da la escritora Almudena Grandes,  no como revancha  o venganza sino como futuro creador. Aquí se lleva a rajatabla la educación y la sanidad públicas, la vivienda de los jóvenes, la cultura viva que ilumina la calle. No me extraña  esta visibilidad cotidiana encarnada en los ojos del turismo pasamdo. 
Tierra de trabajadores que ha  sufrido lo suyo. Tierra, en fin , donde aún puede sostenerse  la experimentación socialista  fracasada  en muchas partes del mundo. Tierra donde la agricultura toca ya la ciencia ficción con resultados  asombrosos . Todo esto requiere una nueva visión política que  bien poco se parece al pasado muerto. De aquellas luchas  por la autonomía al mayor nivel ha ido brotando el convencimiento de que sin investigación no vamos a ninguna parte. También se fue al carajo nuestro vetusto complejo de aldeílla. 
Espero que algún dia  desaparezca  la estéril pelea de los dos partidos hegemónicos, el uno contra el otro, el que gobierna  culpando a quien no gobierna  y la sociedad almeriense absorta  como si no pasara  nada.