Nos cuenta Izquierda Unida desde Roquetas de Amat que se cambian focos de luz por mil euros. ¡Caro foco de luz!, piensa uno. Ahí queda la noticia, el Ayuntamiento nada dice, o no lo recogemos los medios, y el ciudadano se hace cruces cuando se entera de que con su dinero se pagan focos de luz a mil euros. ¡Caros focos de luz los de Roquetas! Si la noticia es cierta, debe serlo cuando nadie la ha desmentido (o yo no me he enterado ante la vorágine de noticias que llegan todos los días), es de vergüenza mayúscula. ¿Cuántos focos se han cambiado a ese precio en Roquetas, nos los podrían contar? Gracias.
Ahora resulta que el Mesón Gitano tardará aún más de un año en tener habitables locales y demás habitáculos que lo componen. Lo que me lleva a preguntar: ¿Recuerdan aquella famosa cena de un concejal y sus amigos para inaugurar el Mesón? Nada se comentó de ella, nadie dio explicaciones, nadie las pidió. ¿Qué se estaba inaugurando? Si era una fiesta privada, como se comentó en algunos foros, ¿se pagó por el alquiler del local? Si no estaba acabado, ¿cómo se permitió llevar a cabo la fiesta-cena? Si durante el acto hubiese ocurrido algún accidente, ¿quién habría pagado el pato? Un despropósito.
Montaña de yeso mata a un hombre en el Puerto de Almería. Un día en la prensa, la presencia de los sindicatos en la puerta de sus locales y ni una sola explicación desde la Autoridad Portuaria. Silencio por parte de doña Trinidad Cabeo. Y la montaña de yeso y otros graneles siguen formando parte del paisaje del Puerto-Ciudad. Si no son capaces de solucionar el problema de los graneles, van a ser capaces de dotar a la ciudad de ese puerto que vivir y disfrutar. Largo me lo fían.
Llevamos hablando de residuos agrícolas desde el dos mil tres. En estos días se le vuelve a poner sobre la mesa a la consejera de Agricultura de la Junta, la almeriense Carmen Ortiz. Trece años después, trece, los agricultores están como en aquel dos mil tres, con el problema de los residuos. Un día se nos hace noticia y lo volveremos a olvidar durante otros trece años más. ¡Así nos va!
Y los sindicatos agrarios con su lucha diaria: Los precios. ¿Alguien les hace caso? Me encanta ver como se esconden o se ponen de perfil todas las distintas asociaciones que viven en el entorno de los agricultores. Y de los agricultores.
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