La oposición se pone la medalla del puente de la Plaza de Pavía

Se merecen la medalla? Si hemos de ser sinceros, se la merecen. Han trabajado la cuestión, han doblegado al equipo de gobierno del PP y la foto en Pescadería con las fuerzas vivas del barrio es merecida.
 Cuando se quiere, se puede, es lo que nos viene a decir la foto y la medalla en cuestión. Lo que debería pensar de la oposición de la plaza Vieja es que si han conseguido el puente de Pavía,  si están por la labor, pueden conseguir todo lo que se propongan. 
La bancada pepera se bajará del guindo cuando ustedes quieran, y demostrado queda con el puente de Pescadería.
A partir de ahora la oposición en su conjunto, la que se pone la medalla, no podrá contar historias sobre las maldades del equipo de gobierno de Ramón Fernández Pacheco. 
A partir de ya, junto a las maldades que el PP pueda cometer en la ciudad, habrá que poner el nombre de otro partido, aquel en el que se apoye el equipo de gobierno para sacar adelante la citada maldad cuando ello ocurra. 
¿Se puede gobernar desde el salón de plenos? Si Ciudadanos quiere se puede, y aquí tienen ustedes una muestra de ello. C’s pide que el edil Carlos Sánchez deje el área de fomento por la situación de las playas a mediados de junio, vamos, que el alcalde lo cese. 
¿Y si no lo cesa? Miguel Cazorla y cía lo tienen muy fácil si quieren, no es complicado apretarle los tornillos a un equipo que gobierna en minoría, ¿verdad, don Miguel? 
Amalia Román, de Izquierda Unida, le pedía a Manolo Guzmán sobre el control de la tele municipal, y el señor Guzmán, mientras tenga el apoyo de C’s, ahora muy bien tratados en la tele (sacan muy guapo a don Miguel Cazorla), vivirá tan feliz que no le hará ningún caso a la petición de doña Amalia. 
Se podrían poner más ejemplos vividos en el ayuntamiento de Almería, pero no les quiero cansar. Está claro que la oposición puede, cuando C’s quiere. Cuando los votos de los chicos de Albert en Almería no quieren apoyando al PP, la oposición no puede.
Es la ley de los votos en la gestión política. Votos que te hacen ganar medallas y fotos, como la del puente de Pescadería, pero que también se te pueden volver en contra. Si el PP pudiera, ya se imaginan a donde mandarían los votos de Miguel, pero ahora los necesitan.